
Lima, 16 de Octubre del 2025.- La arquitectura tiene el poder de construir bienestar y mitigar los «costos invisibles» de la vida urbana, como el tiempo de transporte o el estrés. En América Latina, hemos normalizado el caos y la falta de planificación, pero esta tolerancia tiene un precio muy alto para la economÃa y sobre todo la salud mental de sus habitantes.
La congestión, la informalidad comercial y la infraestructura deficiente son la manifestación visible de una falta de diseño urbano fallido. En términos económicos, el costo es abrumador: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que las pérdidas de productividad por la congestión en las grandes ciudades de la región pueden alcanzar hasta un 4% del Producto Bruto Interno (PBI). El impacto psicológico no se queda atrás: una investigación de la Universidad de Harvard revela que el estrés crónico generado por el ruido, el hacinamiento y la contaminación eleva la incidencia de trastornos de ansiedad hasta en un 25% en áreas metropolitanas densas.
“La arquitectura de impacto es la única solución estratégica a largo plazo. El caos urbano no es un fenómeno natural; es un enemigo silencioso que hemos tolerado. Los datos son contundentes: esta ‘comodidad’ de vivir en el desorden se traduce en una pesada carga económica y de salud pública. Por lo tanto, la arquitectura como el urbanismo son herramientas estratégicas para ordenar la ciudad y revertir estos costos invisibles. Nuestra visión como universidad es transformar esa realidad: diseñar ciudades activando tres pilares; la formalidad, la seguridad y la salud emocional, asegurando que cada propuesta esté sólidamente respaldada por arquitectura de excelencia,» precisa José Ignacio Pacheco, decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño de UCAL.
En esa lÃnea, el experto de UCAL subraya que esta transformación urbana requiere de un cambio radical en la forma de planificar y propone cinco recomendaciones clave para que las ciudades puedan transformarse:
Â
Â
Â
Â
«En UCAL formamos lÃderes que ven el diseño como una palanca de cambio social, abordando desafÃos con proyectos reales y prototipando con Inteligencia Artificial. Tenemos el poder de cambiar esto: debemos diseñar para devolver a los peruanos su tiempo, su paz mental y mejorar radicalmente su calidad de vida,» finalizó el decano.
