
Lima, 16 de Setiembre del 2025.- De acuerdo con el informe Radiografía del Usuario de Servicios de Salud en el Perú, elaborado por Activa Research, el costo promedio por atención médica es de S/330 en provincias. Sin embargo, en Lima, ese precio es de S/259, representando una diferencia del 27%.
“Este tipo de disparidades territoriales tiene un impacto directo en la economía de los hogares. Según datos del estudio, una familia en provincias puede gastar hasta S/71 más por consulta médica respecto a Lima, lo que en términos mensuales representa un sobrecosto significativo, sobretodo si no cuentan con seguro”, explica Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.
El informe también señala que los hogares que tienen mayores ingresos pueden gastar hasta S/385 en consultas médicas, mientras que los sectores con menos recursos pueden gastar hasta S/128. En el caso de los adultos mayores, el gasto promedio tiende a disminuir, debido a su mayor dependencia del sistema público de salud.
El estudio muestra que el 34% de los peruanos no cuenta con ningún tipo de seguro de salud, mientras que el 48% depende exclusivamente del sistema público, y solo 18% accede a seguros privados. Esto deja a millones de ciudadanos expuestos a asumir de forma directa los costos de consultas, análisis clínicos, medicamentos y tratamientos, generando una carga financiera que muchas veces resulta insostenible.
Según el INEI, el ingreso promedio mensual en Lima es de S/2.172, y en ausencia de cobertura médica, una familia puede destinar hasta S/444 mensuales en salud, lo que representa aproximadamente el 20% de sus ingresos. Además, hay que sumarle los gastos en transporte, pérdida de horas laborales y el impacto emocional de no recibir atención a tiempo.
Debido a la necesidad de las familias por ser atendidas con la mejor calidad, se ven obligadas a endeudarse para financiar sus tratamientos y medicamentos. Durante la pandemia de la COVID-19, por ejemplo, los costos de hospitalización en clínicas privadas podían alcanzar los S/2.500 diarios, sin incluir los gastos por medicinas ni rehabilitación posterior.
“Uno de los hallazgos más alarmantes del informe es que 4 de cada 10 peruanos con enfermedades crónicas han dejado sus tratamientos por falta de recursos económicos, lo que agrava aún más su estado de salud y genera un ciclo de gasto y endeudamiento”, advierte Milagros Torres.
El informe concluye que el acceso a la salud en el Perú está profundamente condicionado por el nivel de ingresos. La baja cultura preventiva y la limitada cobertura de seguros siguen siendo desafíos estructurales.
Para el sector privado, este contexto representa una oportunidad para desarrollar seguros médicos más flexibles y planes híbridos en clínicas, especialmente en regiones fuera de Lima. Para el Estado, el reto es fortalecer la red pública de salud, aumentar la inversión per cápita y reducir las brechas territoriales.