Juegos OlÃmpicos serán un momento «único» de transformación para RÃo
RÃo de Janeiro, ene. 04. Los Juegos OlÃmpicos de 2016 transformarán a RÃo de Janeiro en una de las grandes ciudades modernas del mundo y representarán un momento «único» que favorecerá su economÃa, afirmó el experto español Emilio Fernández Peña.
«Los Juegos colocarán a RÃo en el mapa de grandes ciudades modernas del mundo. Si la ciudad logra aprovechar la situación, podrÃa rentabilizar las inversiones a mediano y corto plazo», dijo Fernández, director del centro de estudios olÃmpicos y deportivos de la Universidad Autónoma de Barcelona, en una entrevista publicada por el diario Folha de Sao Paulo.
RÃo de Janeiro, que celebrará los primeros Juegos OlÃmpicos en Sudamérica entre el 5 y el 21 de agosto, ha invertido 5.000 millones de dólares en la organización del prestigioso certamen, en el que participarán más de 10.000 deportistas.
Este experto de 44 años comparó la capital fluminense y Barcelona, que organizó los Juegos OlÃmpicos en 1992, que son considerados unos de los mejores de la historia.
«Esta capacidad de llamar la atención del mundo de manera intensa sobre una ciudad durante un tiempo limitado (…) es un acontecimiento único. Uno de los hechos clave detrás del éxito en Barcelona fue renovar esta proyección internacional con otros eventos posteriores a los Juegos», indicó Fernández.
Según este experto, Barcelona multiplicó la cantidad de turistas, de 1,5 millones en 1991 a más de ocho millones hoy. El turismo representa más de 20% de la economÃa de la ciudad.
«El sector del turismo soportó la crisis y salvó la ciudad del desastre social», apuntó.
El investigador señaló que los Juegos OlÃmpicos tienen una capacidad de transformación en la ciudad y el paÃs en varios aspectos, contrariamente al Mundial de fútbol, que Brasil organizó por segunda vez en 2014.
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«Creo que los Juegos OlÃmpicos tienen un mérito con respecto al Mundial. La capacidad de concentrar todo en un solo lugar durante un perÃodo limitado; eso le da más fuerza a la capacidad de construcción de la imagen de la ciudad», consideró.
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«El Mundial dispersó demasiado esta creación de la imagen y no favoreció a ninguna ciudad. No solo se dispersa la fuerza mediática, sino también las inversiones en infraestructura», afirmó.
En 2013, se organizaron en Brasil grandes protestas sociales contra los gastos relacionados a la construcción de estadios para el Mundial de fútbol a expensas del mejoramiento de los servicios públicos.
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