“El tren entró muy deprisa en la estación, las ruedas echaban chispas y luego llamas. De repente se vio una gran nube blanca que se convirtió en un muro de fuego de 200 metros. Se oyeron varias explosiones. Parecía el fin del mundo”. El curtido señor Ugo Imbrotta y sus jóvenes amigos, que viven justo […]