Los textos están inspirados en el Año de la Oración convocado por el Pontífice en preparación para el Jubileo de 2025. La mirada está fija en Jesús que da su vida para salvarnos, en un mundo en el que “basta un teclado para insultar y publicar condenas”.
La invitación del Pontífice tras el rezo del Ángelus es a unirse a él en la oración a la Virgen en el Día de la Inmaculada Concepción
Una liturgia que se repite desde hace más de 34 años
En la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Papa recuerda que María, sorprendida por la gracia que la hizo bella desde el primer momento de su vida, nos lleva a maravillarnos de nuestra belleza, que es lo que hemos recibido en nuestro Bautismo.