Con esto espera detener el fraude de los inmigrantes, que reciben 300 euros por dejar el país galo, y ya no poder regresar con papeles falsos.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, critica a la comisaria europea de Justicia por descalificar en público las políticas francesas de expulsiones.
Según la alta comisionada para los Derechos Humanos, la política llevada a cabo por Sarkozy, “sólo puede exacerbar el estigma de los romanís y la extrema pobreza en que viven”.
Las ONG contra el racismo realizan protestas en toda Europa contra las expulsiones de gitanos y llaman a la UE a garantizar la integración.