Lima, 26 de Agosto del 2025. – En el Perú viven más de 10 millones de menores de 0 a 17 años, lo que representa casi el 30 % de la población, según el INEI. Este grupo, en constante desarrollo, requiere un enfoque integral en salud que acompañe cada etapa de su crecimiento físico, emocional y cognitivo.
En el marco de la celebración del Día del Niño que se celebra en agosto, el Dr. Klaus Nolte, pediatra de la Clínica Delgado AUNA, recordó la importancia de los chequeos médicos periódicos en niños y preadolescentes, pues permiten prevenir y detectar a tiempo condiciones que pueden afectar su desarrollo.
“Un chequeo anual no es solo una revisión de rutina; es una oportunidad valiosa para garantizar que el niño crezca con todas las herramientas necesarias para un desarrollo integral”, señala el Dr. Nolte.
De acuerdo con el especialista, al menos una vez al año los niños deben someterse a:
Medir el peso, la talla y el índice de masa corporal (IMC) según la edad permite identificar si el niño crece dentro de los estándares establecidos; sin embargo, esta evaluación debe ir más allá de las cifras. El pediatra también revisa la calidad del sueño, la alimentación, el uso de pantallas, el nivel de actividad física, la asistencia a talleres o colegio, el grado de responsabilidad en casa y el entorno familiar. Todos estos factores brindan una visión integral de la salud del menor y permiten personalizar las recomendaciones según su realidad.
Es fundamental realizar una evaluación anual con especialistas pediátricos en otorrinolaringología y oftalmología. Problemas no detectados en la audición o visión pueden repercutir negativamente en el aprendizaje, la conducta y el desarrollo social del niño.
Una adecuada valoración nutricional incluye la revisión de hábitos alimentarios y la realización de exámenes de laboratorio que evalúen niveles de hemoglobina, perfil de hierro y vitaminas. Estas pruebas son esenciales para detectar y tratar condiciones como la anemia u otras deficiencias que afectan directamente al desarrollo cerebral, especialmente en los primeros años de vida.
Verificar que el esquema de vacunación esté completo y actualizado es clave para proteger al niño contra enfermedades como el sarampión, la difteria, la hepatitis y el tétanos. Este control debe incluir la revisión detallada del carné de vacunación y la aplicación de dosis de refuerzo cuando corresponda.
El bienestar emocional es tan importante como el físico. Durante la consulta, el pediatra debe explorar aspectos como el estado de ánimo del niño, la calidad del sueño, su capacidad de concentración y la presencia de signos de ansiedad, estrés o alteraciones del comportamiento. Esta evaluación, junto con el análisis del contexto familiar, permite detectar precozmente situaciones que podrían requerir seguimiento psicológico.
El Dr. Nolte enfatizó que estos controles deben realizarse en centros de salud confiables. En ese sentido, AUNA, a través de su red de clínicas en Lima y provincias, ofrece atención pediátrica especializada, infraestructura moderna y profesionales altamente capacitados. Además, mediante planes como AUNA Premium y AUNA Classic, las familias acceden a controles preventivos, especialistas y exámenes diagnósticos que respaldan el bienestar de los más pequeños en cada etapa de su desarrollo.