Lima, 29 de abril de 2025. – En la era digital, donde cada vez más personas crean textos, imágenes, música o software para compartir en línea, la propiedad intelectual cumple un rol clave: protege el esfuerzo y la creatividad de los autores, garantizándoles reconocimiento y control sobre sus obras. Esta protección resulta especialmente relevante hoy, cuando herramientas de inteligencia artificial (IA), como generadores de imágenes o plataformas como ChatGPT, están transformando la creación de contenido y planteando nuevas dudas sobre qué puede considerarse una obra original.
Frente a este escenario, surge un debate creciente: ¿es posible registrar como propias las obras creadas con asistencia de IA? Según Álvaro Castro Lora, profesor de Derecho de la Universidad del Pacífico , «los derechos de autor solo pueden atribuirse a seres humanos. Por ello, si una persona utiliza IA para generar una obra, como una imagen o un texto, normalmente los derechos le pertenecen al usuario, siempre que haya participado creativamente en el proceso» . No obstante, advierte que este es un terreno aún en desarrollo, que probablemente requerirá nuevas normas para atender los desafíos emergentes.
En este contexto, protege adecuadamente tus creaciones cuando utilizas IA se vuelve esencial. A continuación, el profesor Castro Lora ofrece cinco recomendaciones clave para hacerlo de forma responsable:
Aunque actualmente la ley no distingue específicamente entre obras creadas por humanos y aquellas generadas con apoyo de IA, solo las primeras reciben protección automática bajo el derecho de autor. Las obras con participación de IA podrían requerir pruebas adicionales de intervención creativa humana para ser consideradas originales. “Esto puede dificultar que emprendedores y creadores acrediten su autoría o moneticen sus trabajos si no logran demostrar su originalidad” , señala el profesor Castro Lora.
En un mundo donde la tecnología evoluciona más rápido que las leyes, los creadores deben actuar con mayor cautela. Usar IA no está prohibido ni es negativo, pero sí exige responsabilidad. Proteger tus creaciones es también proteger tu reputación, tu trabajo y tus oportunidades. Si decide incorporar inteligencia artificial en su proceso creativo, asegúrese de que también lo haga el sentido común.