Lima, 25 de Marzo del 2025.- El parto es uno de los momentos más importantes de la vida de una mujer. Aunque es una experiencia llena de ilusión y amor, el dolor también es parte del proceso. La doctora Vanesa Ruiz, coordinadora del Servicio de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Ricardo Palma, brinda algunas recomendaciones para enfrentarlo con tranquilidad, seguridad y confianza.
Es importante saber que el dolor del parto se produce por dos motivos: el primero, por los cambios que se originan en ese momento en el útero, específicamente por la dilatación del cuello uterino y se intensifica por la presión que ejercen las contracciones. El segundo, por la presión que ejerce la cabeza del bebé sobre los tejidos maternos (músculos, tendones, huesos y pelvis) al salir.
Por ello, es esencial que la gestante se prepare para el alumbramiento. Los programas de psicoprofilaxis son claves, ya que permiten a la embarazada conocer las fases del parto, prever qué esperar cuando llegue el momento de dar a luz y distinguir lo que es normal durante este proceso. De esta manera, disminuyen su ansiedad y miedo, al tiempo que le permite manejar mejor el nacimiento de su bebé. Además, en estos talleres se enseñan técnicas de relajación y respiración.
El hipnoparto también es una excelente herramienta para prepararse ante la llegada del bebé. Esta disciplina se centra en el control de la mente para disminuir la percepción del dolor, creando una experiencia de parto más positiva. Otro aspecto clave para la futura mamá es conversar con su ginecólogo sobre sus preferencias para calmar el dolor, desde la anestesia epidural hasta los métodos naturales, ya que cada mujer tiene diferentes deseos y necesidades.
Abanico de opciones
Existen varios métodos no farmacológicos para aliviar y disminuir el dolor durante el parto. La clave está en crear un ambiente íntimo, respetuoso, cálido y tranquilo. El apoyo tanto de la persona que la mujer elija para que esté a su lado como de los profesionales de la salud, es crucial. Asimismo, técnicas como la inyección dérmica de suero estéril en la parte baja de la espalda son útiles, en especial en las primeras etapas del parto. La hidroterapia o inmersión en agua caliente también es una excelente alternativa, ya que el agua caliente ayuda a reducir las molestias y facilita la relajación, ya sea en duchas o en tinas.
Si bien las opciones naturales son muy efectivas para muchas embarazadas, en algunos casos es necesario recurrir a la medicación. Por ejemplo, la inhalación de óxido nitroso a través de mascarillas ayuda a disminuir las molestias del parto y la ansiedad, permitiendo que la mujer esté más tranquila y cómoda.
Por otro lado, la analgesia epidural es el método más conocido y eficaz para manejar el dolor, aunque no lo elimina por completo, de ser así podría interferir con la capacidad de la gestante para movilizarse y realizar los pujos necesarios para el nacimiento.
Cada parto es único y, como tal, el manejo del dolor debe adaptarse a la experiencia de cada mujer. Actualmente, existen diversas técnicas para disminuir el dolor durante el trabajo de parto. Ninguna es mejor que otra. Lo importante es que la futura mamá esté informada y tenga la libertad de elegir la más adecuada para sus necesidades y deseos.