Sábado, 7 de Junio del 2025
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Instituto Goethe: Novedades y actividades del Programa cultural – Marzo 2025

Publicado el 10/03/25

MARZO 2025

Novedades y Actividades del Programa Cultural

Este mes…

iniciamos nuestro programa cultural del año con los ya clásicos Mittwochskino (nuestro cineclub de los miércoles) con dos blockbusters del cine alemán, la alucinada «Fitzcarraldo» de Werner Herzog y la atolondrada comedia «Soulkitchen» de Fatih Akin. Invitamos también a la primera película de un ciclo de cine para niños y niñas, Kinderkino! conformado por películas que son parte de nuestra Cinemateca. Por favor considerar que no contamos con películas dobladas, solamente subtituladas, pero también es cierto que desde los orígenes del cine, el arte de saber narrar a partir de imágenes y gestos, hace olvidar muchas veces el idioma en el que se escuchan las palabras. Todas nuestras actividades son gratuitas y no necesitan inscripción.

12.03.2025

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19:30

Fitzcarraldo – Cine de los miércoles
Cine alemán clásico, a partir de 12 | Dirección: Werner Herzog, 1981, 157 min., Alemania

Goethe-Institut Perú, Lima 11

Idioma
Alemán con subtítulos en español
Precio
Ingreso libre, sin inscripción, hasta agotar aforo
Fitzcarraldo© Werner Herzog Film GmbH

Fitzcarraldo, una película de Werner Herzog

Fitzcarraldo es un soñador que busca hacer realidad su audaz sueño de una ópera en la selva. La epopeya cinematográfica de Herzog se hizo famosa principalmente por el barco arrastrado sobre una montaña, las arias de ópera resonando en la selva y los numerosos mitos que rodean la producción de la película.

¡Mira el trailer aquí!

Sobre la película

La película comienza con una actuación ficticia de Enrico Caruso en la real casa de ópera de Manaos, construida en la selva poco antes del cambio de siglo, en la época del gran auge del caucho. La voz de Caruso, reproducida a partir de grabaciones históricas, permanece presente a lo largo de toda la película.

Fitzcarraldo, un irlandés llamado Brian Sweeney Fitzcarraldo, es un soñador maníaco que busca hacer realidad su audaz sueño: una ópera en plena selva. Mientras que con su gramófono solo encuentra incomprensión altiva entre los nuevos millonarios de la región amazónica, los niños empobrecidos de Iquitos lo adoran a él y a su música. Durante mucho tiempo ha buscado en vano un financista, y solo ha encontrado apoyo en Molly, la dueña de un exclusivo burdel. Ahora, Fitzcarraldo navega en un barco de vapor por un afluente del Amazonas para llegar a una zona cauchera que, en teoría, es inaccesible; precisamente por ello consiguió los derechos de explotación. Las ganancias de esta empresa deberían permitirle hacer realidad su sueño operístico.

Cuando Fitzcarraldo, abandonado por la mayor parte de su tripulación, queda atrapado en una situación casi desesperada en territorio indígena virgen, son las arias de Caruso resonando en la selva las que despiertan la curiosidad y la calma de los indígenas. Ven el barco como un objeto mítico, destinado a ayudarlos a romper la maldición que pesa sobre la región. Así, deciden apoyar a Fitzcarraldo en su empresa esencialmente absurda: como el río que conduce directamente a la zona cauchera es intransitable debido a enormes rápidos, el soñador intenta llegar allí por otro afluente del Amazonas, lo que implica la hazaña de arrastrar el barco por encima de una montaña. A pesar de enormes peligros y dificultades, logra su cometido, pero la empresa, objetivamente, termina en desastre: otro fracaso financiero para Fitzcarraldo. Sin embargo, transforma su derrota en una marcha triunfal y, a su manera, logra realizar su sueño de una gran ópera en la pequeña ciudad amazónica de Iquitos.

Ningún otro proyecto de Werner Herzog había generado tanta atención y controversia incluso antes de su estreno como esta película. Las acusaciones contra el director en relación con los indígenas aguarunas del Perú fueron, según él, un intento sistemático de criminalizar su persona. A esto se sumaron informes y rumores sobre accidentes y desastres durante el rodaje. Sin embargo, en la película terminada, estos problemas no son evidentes; no hay ninguna escena que se regodee en las dificultades de su producción. Herzog narra con una calma y una ligereza poco comunes en su cine. Además, busca menos desesperadamente atraer con imágenes espectaculares o inéditas (uno de sus objetivos visuales declarados), a pesar de las expectativas generadas por la historia de la producción. Ni siquiera en las escenas culminantes —cuando el majestuoso barco es realmente transportado por la montaña— se percibe esta intención. Se ve el barco avanzar centímetro a centímetro, en un proceso increíblemente arduo, interrumpido por múltiples retrocesos, impulsado principalmente por los cabrestantes accionados manualmente por los indígenas, con el apoyo de la máquina de vapor del barco, que recoge el cabo anclado en la cima. Son imágenes que parecen sacadas de un sueño. También la selva, a través de la cual avanza el barco de vapor, se convierte en un paisaje onírico, y el motivo del sueño de vencer la gravedad es el núcleo esencial de la película. «Solo los soñadores mueven montañas», hace decir Herzog a su protagonista en un momento de profunda humillación, dejando en evidencia cuánto se identifica el director con su personaje. La obsesión por hacer realidad el sueño de una ópera en la selva y de un barco sobre una montaña es un rasgo que Herzog comparte plenamente con Fitzcarraldo; sin esa determinación, la película jamás habría sido terminada.

Fitzcarraldo y Herzog pueden verse como figuras ambiguas: artistas absortos en sí mismos o niños que juegan con obstinada perseverancia.

Significativamente, la fe en la magia de la música le da a Fitzcarraldo la idea salvadora en el momento de mayor peligro. «Las personas malvadas no tienen canciones», dice un refrán alemán, y por eso Fitzcarraldo ha instalado un gigantesco altavoz sobre la cubierta de su barco, desde el cual la voz vibrante y resplandeciente de Caruso resuena en la selva, facilitando el primer y cauteloso contacto con los indígenas. Sus intentos de saludarlos con un apretón de manos se convierten en un contacto vacilante, casi mágico, de las yemas de los dedos.

Fitzcarraldo partió río arriba, pero al final regresa desde una dirección distinta, contraria al curso natural del río. Con este tipo de retorno, se cierra un círculo, un motivo recurrente en las películas de Herzog, donde grandes travesías terminan en el mismo punto de partida. Fitzcarraldo celebra el triunfo de su imaginación, pero sufre una catástrofe económica, dos experiencias que un cineasta alemán sin duda conoce bien. Así, esta aventura pertenece inconfundiblemente al universo de Werner Herzog, quien una vez dijo: «Una derrota es mejor que ninguna».

Hans Günther Pflaum

26.03.2025|
19:30

Soul Kitchen – Cine de los miércoles
Cine alemán clásico, a partir 14 años | Dirección: Fatih Akin, 2009, 100 min., Alemania

Goethe-Institut Perú, Lima 11

Idioma
Alemán con subtítulos en español
Precio
Ingreso libre, sin inscripción, hasta agotar aforo
Soul Kitchen© Corazón International

Soul Kitchen, una película de Fatih Akin

Una comedia alborotada en el mejor estilo de Fatih Akin. Un gastrónomo germano-griego debe defender su bar en Hamburgo, Soul Kitchen, que se convierte en un restaurante de moda, contra especuladores inmobiliarios, el fisco y su hermano adicto al juego.

Sobre la película

«Soul Kitchen» en Hamburgo-Wilhelmsburg está lejos de ser un restaurante gourmet.
Allí, el germano-griego Zinos (Adam Bousdoukos) sirve a sus clientes habituales albóndigas de pescado con ensalada de papa, carne hawaiana y pasta gratinada. Un local con encanto, ubicado en una antigua nave industrial, donde también se escucha buena música: soul, funk y rembétiko.
Pero Zinos cae en una racha de mala suerte: su novia Nadine (Pheline Roggan), una belleza fría de familia adinerada, se marcha a Shanghái como corresponsal en el extranjero. Intentando mover una lavadora, Zinos se lesiona la espalda con una hernia discal. El fisco le exige pagos atrasados, un inspector de sanidad amenaza con cerrar el local y el nuevo y excéntrico chef Shayn (Birol Ünel), aunque prepara platos espectaculares, aleja a los clientes de siempre. Mientras tanto, el especulador inmobiliario Neumann (Wotan Wilke Möhring) presiona a Zinos para que le venda el restaurante.

Afortunadamente, una escuela de musicales abre sus puertas en el vecindario, y los nuevos clientes adoran la comida de Shayn. De repente, la situación cambia y Soul Kitchen se convierte en un restaurante de moda. Sin embargo, la alegría dura poco: Nadine encuentra un nuevo amor y deja a Zinos; su hermano Illias (Moritz Bleibtreu), recién nombrado gerente del Soul Kitchen, pierde el local en una apuesta contra el especulador Neumann. Todo parece perdido hasta que Zinos encuentra un nuevo amor y descubre una forma de recuperar Soul Kitchen.

Críticas y recomendaciones
Para algunos espectadores, que quedaron fascinados con los intensos y crudos dramas de Fatih Akin, Soul Kitchen parecía demasiado amable y conciliador. Sin embargo, la mayoría de los críticos lo alabaron precisamente por esa cualidad: su capacidad de transmitir una sensación cálida de familiaridad y amistad. Así, se reafirmó la idea del propio Akin de que Soul Kitchen es una «película de hogar» en un sentido muy especial.
El diario Süddeutsche Zeitung comentó: «La película es una declaración de amor de Akin a Hamburgo, ‘su’ ciudad, con sus rincones sucios pero acogedores, lugares que escapan a la lógica del beneficio y están en peligro de desaparecer. Frente a ello, Akin opone la diversidad de su familia multicultural y una alegría de vivir que, de manera honesta, se exagera hasta lo fantástico, casi como en un cuento de hadas».

29.03.2025

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16:00

La Cenicienta – Kinderkino!
Cineclub a partir de 6 años | Dirección: Uwe Janson, 2011, 59 min., Alemania

Goethe-Institut Perú, Lima 11

Idioma
Alemán con subtítulos en español
Precio
Ingreso libre, sin inscripción, hasta agotar aforo
Aschenputtel© Copyright ARD Degeto

Este año el Goethe-Institut ofrecerá de manera experimental, un ciclo con películas infantiles de su Cinemateca. Un sábado al mes invitamos a disfrutar de películas alemanas dirigidas a un público infante y que abordan la vida y la realidad desde una perspectiva que es muy diferente a las que están acostumbrados los adultos.

El ingreso es libre. Las películas están subtituladas al español, (no contamos con versiones dobladas) sin embargo, en la mejor tradición del inicio del cine, los gestos y las imágenes logran contar historias que se entienden aunque no se entienda el idioma del todo.

La Cenicienta (Aschenputtel en el cuento original alemán), por Uwe Janson

Cenicienta vive con su madrastra y su hermanastra. Sin embargo, ambas no la tratan como a un miembro de la familia, sino que la obligan a hacer todo el trabajo. Pero las humillaciones de la madrastra no pueden impedir que Cenicienta también asista al gran baile donde el príncipe busca una esposa.

¡Mira el trailer aquí!

Sobre la película

La historia de Cenicienta existe en muchas culturas, y la versión de los hermanos Grimm es solo una de muchas adaptaciones de este motivo arquetípico. En los cuentos infantiles y domésticos de los Grimm, la familia de Cenicienta incluye también a su padre, quien no impide los abusos de la madrastra y las dos hermanastras. Así, Cenicienta llora en la tumba de su madre fallecida. El rasgo común de todas estas historias: la joven pobre, pero humilde y trabajadora, es maltratada, pero finalmente es recompensada con un príncipe. Cenicienta nunca se desespera por su situación, sino que siempre se mantiene bondadosa y cumple con las tareas que le imponen. Sin embargo, la adaptación cinematográfica de la ARD no sigue todos los clichés de Cenicienta. Aunque sigue siendo pobre, honesta y se siente menospreciada e injustamente tratada, su carácter encaja más en la época actual. No es una niña dócil, sino atrevida y decidida, y no conquista al príncipe solo con su belleza y gracia, sino también con su sinceridad y comentarios ingeniosos. La película de ARD recuerda a la encantadora versión checa del cuento, Tres avellanas para Cenicienta, que se emite regularmente en la televisión alemana durante la época navideña. En esta adaptación veraniega, Cenicienta también se encuentra varias veces con el príncipe antes de que se vean en el baile en el castillo y él comience la búsqueda de la dueña del zapato que ella perdió allí.

Antes de eso, sin embargo, la madrastra atormenta a Cenicienta. Debe lavar, limpiar y cuidar a los animales. La madrastra (Barbara Auer) la maltrata en todo momento. Solo una paloma blanca, enviada por sus padres fallecidos, la anima y le da el valor para soportar todas las injusticias. Una y otra vez, un árbol en la tumba de su madre deja caer pequeños regalos como por arte de magia.

Mientras tanto, la malvada madrastra quiere llevar a su propia hija, Anabella (Pheline Roggan), al trono. El rey ha organizado un gran baile, al que invita a todas las hijas solteras del reino para encontrar esposa para el príncipe. No le entregará la corona a su hijo hasta que este se haya casado. En este cuento, el rey (Harald Krassnitzer) es, ante todo, el futuro suegro de la protagonista.

Cenicienta también sueña con el baile mientras barre la casa y le pide permiso a su madrastra para asistir. Esta le impone una serie de tareas adicionales que debe completar primero. Cenicienta corta leña, limpia y lava las ollas. Luego va al molino a buscar harina y en el bosque vuelve a encontrarse con el joven, quien esta vez caza con una ballesta. Sin embargo, cuando se encuentran, ella está cubierta de harina y él no la reconoce.

Hasta el día de la gran celebración, Cenicienta ha cumplido todas sus tareas. Pero su madrastra nunca tuvo la intención de llevarla al baile. En el último momento, su hermana arroja lentejas en la ceniza, y la madrastra añade guisantes. Cenicienta debe recoger y separar todo cuidadosamente. Las palomas la ayudan cuando les dice: «Las buenas al puchero, las malas al buche.» Sin embargo, la malvada madrastra no cumple su promesa y se va al castillo solo con su propia hija. Cenicienta busca consuelo en la tumba de sus padres y, de repente, del árbol cae un hermoso vestido de baile, mientras que un caballo blanco ya la espera ensillado.

En el castillo, las hijas del reino se presentan al príncipe (Florian Bartholomäi), pero ninguna parece ser la indicada. Entonces llega Cenicienta. Solo entonces se da cuenta de que el jinete y cazador desconocido que encontró en el bosque es el príncipe. El salón de baile está lleno de jóvenes mujeres que luchan por su atención. Su madrastra y su hermanastra intentan ahuyentar a Cenicienta, pero el príncipe la sigue. En su huida, el hermoso caballo blanco vuelve a convertirse en un burro gris y su elegante vestido de baile en su ropa sucia cubierta de cenizas. Cuando el príncipe llega a la casa, la madrastra insiste en que su hija Annabelle debe casarse con él y está dispuesta a cualquier cosa para lograrlo. Le corta un dedo del pie a Annabelle para que pueda entrar en el pequeño zapato que Cenicienta perdió en el baile. Pero una paloma advierte al príncipe que no se deje engañar por esta falsa prueba:

‘rucke di gu, rucke di gu,
Blut ist im Schuh:
der Schuh ist zu klein,
die rechte Braut sitzt noch daheim.’

Solo a Cenicienta le queda el zapato a la perfección. Se va con el príncipe al castillo, dejando atrás su pasado y a la malvada madrastra

Renate Heilmeier



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