Lima, 22 de Marzo del 2025.- De acuerdo con el último Informe Mundial de la Felicidad de la ONU (2024), Perú está entre los países menos felices de América Latina, generando la consigna interrogante de si esta medición tiene esto que ver solo con la economía.
Para responder ello, los autores del libro Los números de la felicidad en dos Perúes, Enrique Vásquez, Franklin Ibáñez, Javier Zúñiga y Pedro Mateu argumentan que la felicidad es un fenómeno multidimensional que depende de factores como la comunidad, la familia, las oportunidades y la confianza en el futuro.
LO QUE NOS HACE FELICES (O NO)
La metodología aplicada involucró a los jefes de hogar de los cinco distritos más pobres (Curgos, Condormarca, José Sabogal, Chetilla y Huaso) y los cinco más ricos (San Isidro, Pacocha, Miraflores, San Borja y Wánchaq), encontrando una realidad que se desliga del relacionamiento que se cree sobre la capacidad adquisitiva.
Los encuestados contestaron una versión adaptada del Oxford Happiness Questionnaire (OHQ), permitiendo a los autores trazar un mapa de la felicidad en el Perú. Si bien el estudio confirma que los más ricos son generalmente más felices, evidenciaron que el bienestar también está determinado por factores como el apoyo familiar, la estabilidad emocional y el rol en la comunidad.
El estudio desarrollado en el libro revela que, en el sector pobre de nuestra población, los hombres son más felices que las mujeres, debido a la carga adicional que ellas soportan en el hogar y el trabajo. Además, el número de hijos impacta la felicidad: en este sector la felicidad disminuye a partir del quinto hijo; en los más ricos, a partir del tercero.
Otro hallazgo interesante es la relación con la independencia: en el Perú rico, ser independiente está vinculado con la felicidad; en el Perú pobre, no tanto, pues la familia y la comunidad son esenciales, con estructuras de apoyo como el ayni (reciprocidad andina) que refuerzan los lazos sociales.
MÁS AMIGOS, ¿MÁS FELICIDAD?
En cuanto a las relaciones interpersonales, los autores hallaron que los jefes de hogar en los distritos pobres valoran más la calidad de sus amistades que la cantidad. En contraste, los más ricos tienden a tener más amigos, pero la felicidad no está directamente ligada a la profundidad de esas relaciones.
Además, la organización social es un factor clave en los distritos más pobres. Siete de cada diez jefes de hogar participan en alguna organización social de base, como las rondas campesinas, las cuales fortalecen la seguridad, la justicia comunitaria y la cohesión social, impactando positivamente en el bienestar.
LA FELICIDAD COMO POLÍTICA DE ESTADO
Es necesario, de acuerdo con el análisis del libro, llevar a cabo un cambio en las políticas públicas en el Perú respecto a los indicadores de felicidad. En otros países, como Bhután, Emiratos Árabes y Ecuador, la felicidad es un objetivo estatal oficiale a medir como la Felicidad Nacional Bruta.
Los autores sugieren que la confianza es un valor esencial para la felicidad en ambos Perúes. Sin embargo, la desconfianza en las instituciones y la inseguridad han debilitado este lazo fundamental. Recuperarla no solo es un desafío político y social, sino también un primer paso hacia un país más feliz.
Accede al libro a través de la página web del Fondo Editorial de la Universidad del Pacífico: https://fondoeditorial.up.edu.pe/producto/los-numeros-de-la-felicidad-en-dos-perues-ebook/