Sábado, 15 de Marzo del 2025
Los celos infantiles son una reacción común, especialmente cuando la diferencia de edad entre los hermanos es menor a tres años, señalan los expertos
Lima, 15 de Marzo del 2025.- El nacimiento de un nuevo integrante en la familia es un acontecimiento que inevitablemente trae cambios en la dinámica del hogar y despierta diversas emociones en todos sus miembros, en especial en los hijos en edad pre-escolar, quienes pueden experimentar celos y miedo a perder la atención de sus padres. Si bien los celos son una reacción natural en esta etapa, es crucial estar atentos para prevenir que estos se conviertan en comportamientos que afecten la armonía familiar.
De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría, los celos infantiles suelen estar relacionados con el temor a perder el afecto y la atención, especialmente de la madre. Este sentimiento puede intensificarse cuando el niño percibe una aparente preferencia hacia el hermano recién nacido. Estas emociones son más comunes en hijos primogénitos, en niños que han sido sobreprotegidos o cuando existe una amplia diferencia de edad entre los hermanos.
La psicóloga clínica Kristell Pacheco señala que los celos por la llegada de un hermanito pueden manifestarse con hostilidad hacia el bebé, a través de golpes o pellizcos, y frustración hacia la madre, evidenciada en desobediencia o comentarios agresivos. En algunos casos, pueden alternar estas conductas con actos de protección hacia el más pequeño.
Además, la especialista indica que se puede percibir cambios en la conducta del niño. “Es común que se vuelvan excesivamente dependientes de la madre, siguiendo cada uno de sus movimientos o demandando atención constante. Otros pueden aislarse, hablar menos o presentar conductas regresivas, como pedir ayuda para tareas que ya realizaban solos, como comer o asearse”, detalló Pacheco.
¿Qué deben hacer los padres?
La psicóloga clínica Pacheco junto a Babysec, comparten cinco pautas para gestionar los celos infantiles que, atendidos a tiempo, ayudarán a generar relaciones sanas entre hermanos:
1.- Preparar al hijo mayor antes del nacimiento:
Involucrar al niño en la preparación para la llegada del hermanito es fundamental; explicarle con palabras sencillas lo que sucederá y cómo cambiarán algunas rutinas. Una buena alternativa para esto es leer cuentos sobre la llegada de un bebé.
2.- Fomentar la participación en los cuidados del bebé:
Asignar pequeñas tareas relacionadas con el recién nacido, como alcanzar un pañal o elegir la ropa que usará, puede hacer que el hermano mayor se sienta incluido y orgulloso de su nuevo rol.
3.- Reservar tiempo exclusivo para el hijo mayor:
Dedicar momentos especiales con regularidad, refuerza la sensación de seguridad y cariño. “Es importante que el niño sienta que sigue teniendo un espacio único con sus padres, incluso con los cambios en la rutina”, enfatiza la especialista.
4.- Evitar comparaciones y reforzar lo positivo:
Reconocer las buenas acciones, logros y virtudes del hijo mayor le ayudará a fortalecer su autoestima. Frases como “Eres un excelente hermano mayor” o “Gracias por ayudar con el bebé” pueden marcar una gran diferencia.
5.- Entender y validar sus emociones:
Los celos son normales en esta nueva etapa; sin embargo, es vital que el niño se sienta escuchado y no juzgado. Hablar sobre estos sentimientos le ayudará a comprender y confiar en que sus padres pueden apoyarlo, lo que reduce su ansiedad y le da seguridad con el tiempo.
