En cualquier caso, lo más probable es que no suba de nuevo al octágono hasta 2025.
La UFC está de celebración. Su gran estrella, Conor McGregor, volvió a los entrenamientos esta semana, tras un largo parón debido a una lesión en un dedo del pie. Cabe recordar que este problema fue la razón de la cancelación de su pelea, prevista para el junio de este año, contra Michael Chandler. Un regreso largamente esperado, ya que “The Notorious” no pisaba la jaula desde julio de 2021, fecha en la que se fracturó su tibia, en la trilogía frente a Dustin Poirier.
La repercusión mediática de esta promotora de MMA ha propiciado que las secciones de UFC estén entre las más visitadas de los portales de apuestas deportivas como Betano y otras plataformas de pronósticos de primer nivel. Evidentemente, cuando el irlandés amaga con volver, se dispara el interés de los aficionados, que anticipan combates emocionantes y promociones llenas de trash-talk. En este caso, se espera que se renueve la pugna que tenía pendiente frente a Chandler.
Este hecho podría alegrar mucho a los fanáticos, ya que ambos luchadores tienen un estilo muy similar, más enfocado en el striking, y son capaces de proveer un buen espectáculo. Hasta ahora, los pronósticos muestran una clara igualdad en las chances de ambos atletas para ganar el combate. Bien es verdad, que el irlandés no está en el mismo estado de forma que “Iron Mike”, pero muchos tienen grandes esperanzas en que el antiguo bicampeón mantenga algo de su talento de antaño.
No será fácil. Después de todo, Conor no gana un combate desde enero de 2020. Y las dos últimas derrotas fueron especialmente dolorosas para él, ya que Poirier lo venció con mucha claridad, siendo un rival al que él mismo había derrotado algunos años antes. Aunque, siendo sinceros, eso no resulta lo más importante. Lo cierto es que todo el mundo quiere ver a McGregor de nuevo en la jaula. Y, sobre todo, lo quieren oír en las semanas previas, calentando el evento y haciendo uso de su enorme capacidad para ofender a sus rivales en directo.
De hecho, la gran estrella ni siquiera tiene una especial necesidad de volver. Al menos, no por motivos económicos. Es uno de los deportistas más ricos del mundo y, además, parece haber empezado una lucrativa carrera en el cine, gracias al remake de “Road House”. La añoranza del calor del público, junto con su interés en mantener la popularidad, parecen los únicos motivos para su regreso. Pero su aparición no sólo beneficia al irlandés: la UFC sabe perfectamente que todo lo que toca, lo transforma en oro.
Dana White ha sido prudente al anunciar su próxima lucha. Si Conor pedía pelear al final de este año, el presidente de la UFC ya adelantaba quedifícilmente iba a estar listo antes de 2025. White tampoco quiere alimentar las expectativas de los fanáticos; es muy consciente de que no es la primera cancelación de McGregor en los últimos tiempos y se ha cansado de tener que dar explicaciones, constantemente, sobre los retrasos. A fin de cuentas, sean quienes sean los titulares de la cartelera de un evento, todo el mundo acaba preguntando por la vuelta de “The Notorious”.
¿Será esta vez la definitiva? Todo el mundo parece muy esperanzado. El que más, Michael Chandler, que no ha aceptado otras peleas (pese a haberhecho espectaculares combates con anterioridad), a la espera de lo que acabe decidiendo el de Dublín. El americano es muy consciente de que esta es su gran oportunidad para hacerse con una suculenta bolsa de dinero y subir en el ranking de la popularidad. Ganar o no, conseguir el cinturón o no… eso ya no es tan importante.