Lima, 26 de Setiembre del 2024.- Los Incendios Forestales en la región tienen un impacto negativo que va más allá de la deforestación, afectando gravemente los recursos naturales y exacerbando las crisis climática y ecológica.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), se han registrado 1,495 hectáreas de cultivos dañadas a nivel nacional, lo que evidencia la amenaza que este fenómeno representa. Los bosques de la Amazonía y otras zonas forestales están siendo consumidos por el fuego, provocando la pérdida irreparable de biodiversidad, recursos hídricos, suelo fértil, animales e, incluso, la vida humana.
Jacques Julien, profesor de economía e investigador de la Universidad del Pacífico, señala que este fenómeno también ha generado niveles alarmantes de contaminación del aire en áreas urbanas densamente pobladas, afectando a grandes ciudades de países vecinos como Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
“Los impactos de los incendios son múltiples y afectan a diversos sectores de la economía regional. Sin embargo, uno de los más afectados es el sector agrícola. Las pérdidas directas incluyen cultivos y ganado, daños a la infraestructura agrícola, y la reducción de la fertilidad del suelo, entre otros”, afirma el investigador del CIUP.
El especialista compara esta situación con lo que experimentó EEUU en 2021, cuando los incendios forestales quemaron 4 millones de acres de tierra agrícola, provocando una carga económica anual estimada entre $71.1 mil millones y $347.8 mil millones, según un estudio de las Naciones Unidas.
Uso de la tecnología para combatir los incendios forestales
El investigador del CIUP detalla que hoy en día existen tecnologías capaces de detectar incendios forestales en tiempo real. El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) de Perú cuenta con un Sistema de Alertas Tempranas de Incendios Forestales, el cual monitorea diariamente focos de calor que indican zonas de riesgo y genera alertas cuando se detectan altas concentraciones. Los reportes se difunden a las autoridades locales y regionales, así como a las instituciones involucradas en la gestión del riesgo de incendios forestales. Por ejemplo, un resumen de focos de calor entre el 16 y 18 de septiembre de 2024 registró 3,054 focos, siendo las regiones de Ucayali, Huánuco y Loreto las más afectadas. Este sistema permite la movilización de recursos y la implementación de medidas de control para minimizar los impactos de los incendios.
Además, los drones desempeñan un papel crucial en este escenario, ya que permiten el monitoreo en tiempo real de actividades humanas de alto riesgo, la vigilancia de áreas forestales de difícil acceso, la identificación temprana de incendios y la evaluación de la salud de los cultivos. Esto facilita la comprensión de las interacciones entre estos factores y ayuda a desarrollar modelos predictivos de zonas y periodos de riesgo de incendios forestales.
Asimismo, el uso de Big Data e inteligencia artificial (IA) resulta fundamental, ya que estas tecnologías ayudan a identificar patrones de deforestación, facilitando la predicción de futuras áreas de riesgo. Esto es especialmente relevante en el contexto de las políticas contra la tala y el tráfico ilegal de especies en el bosque amazónico peruano.