Lima, 17 de Setiembre del 2024.- En el marco del Día Mundial de la Seguridad del Paciente, es vital destacar la importancia de una comunicación efectiva entre todos los actores de la cadena de cuidado para prevenir errores médicos y proteger la seguridad de los pacientes en todos los entornos de atención sanitaria.
Parte de una buena comunicación clara y abierta es esencial para garantizar la seguridad del paciente. Los médicos tienen el conocimiento detallado sobre los riesgos, el uso adecuado de los medicamentos y otros aspectos críticos del tratamiento. Esto asegura, la doctora Alexandra Vega, gerente Médica y de Farmacovigilancia de Genfar: “es fundamental que esta información se transmita de manera comprensible para todos, ya que esto no sólo asegura la correcta administración de las moléculas, sino que también previene errores que podrían comprometer la salud”.
Indicaciones para hacer una toma segura:
Preguntar al profesional: hacer preguntas claras para qué son los medicamentos y cómo usarlos en el hospital o en el domicilio.
Verificar autenticidad y calidad: revisar la autenticidad, calidad, usos, y fechas de vencimiento al comprar en droguerías. Evitar productos con enmendaduras en sus empaques y/o fechas tachadas.
Consultar sobre diagnósticos y efectos: pedir información detallada al médico sobre su enfermedad y cómo usar los medicamentos; igualmente, pedirle al regente farmacéutico sobre el uso seguro y la mejor manera de desecharlos al terminar el tratamiento.
Comprobar el medicamento: verificar que el la fórmula esté el nombre correcto del paciente, el nombre en el medicamento, su concentración y cantidad que debe recibir.
Por su parte, las farmacias tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad en la dispensación de moléculas. Esto incluye verificar que el paciente reciba lo que se le recetó según la fórmula prescrita, y proporcionar recomendaciones claras para que la persona se sienta segura y confiada con su uso.
Precauciones al comprar medicamentos sin receta:
Consultar con un médico si tienen condiciones de salud preexistentes que podrían verse afectadas.
Las farmacias deben educar a los pacientes sobre el uso seguro de los medicamentos, incluyendo la correcta disposición de los sobrantes en puntos designados. Así evitar contaminación o falsificación.
“Es importante que no se tiren los medicamentos a la basura o al inodoro, sino que se lleven a los puntos de acopio designados, para evitar riesgos ambientales y de salud pública”, comenta la doctora Vega.
Las droguerías pueden mejorar el conocimiento de su personal con capacitación continúa, por ejemplo, como los recursos que presta la plataforma en línea Genfar Higen (www.higen.genfar.com), que ofrece cursos para los dependientes de farmacia en algunos países de la región sobre dispensación de medicamentos, manejo de productos farmacéuticos y seguridad para pacientes.
Consejos adicionales para el almacenamiento de medicamentos:
Seguir instrucciones: guardar los medicamentos según lo indicado en su etiqueta.
Lugar fresco y seco: almacenar en un lugar alejado de la luz, calor y humedad.
Refrigerar solo si es necesario: usar el refrigerador únicamente si lo indica el medicamento.
Proteger de la luz: mantener los medicamentos en su envase original o en un lugar oscuro.
Fuera del alcance de niños y mascotas: preservarlos en un lugar seguro para evitar accidentes.
No mezclar medicamentos: conservar cada medicamento en su envase original.
Cerrar bien los envases: asegurarse de que los frascos estén bien cerrados después de cada uso.
“Aunque la tecnología puede ofrecer información útil, los pacientes deben ser cautelosos al buscar información en Internet y siempre se aconseja consultar con profesionales de la salud. Anotar preguntas y plantearlas a los especialistas es una forma efectiva de asegurarse de recibir información precisa y relevante” finaliza la especialista.