Lima, 18 de Agosto del 2024.-Existe un auge exponencial de las nuevas tecnologías que ha llevado a las plataformas digitales a ganar más territorio no solo en el área del entretenimiento e informativo, sino también en cómo los estudiantes aprenden y se relacionan entre sí. Según estudios de Unicef, la edad promedio en que las personas inician con el uso de smartphones está entre los 10 y 12 años. Además, estas fuentes señalan que pasan un promedio de 3 a 5 horas en redes sociales.
Si bien estas herramientas le aportan a la sociedad varias facilidades relacionadas al acceso a la información e inmediatez, su uso poco efectivo pone en riesgo a nuestros niños, niñas y jóvenes escolares. En el marco del Día del Niño, Pamela Mendoza del Solar, gerente de descubrimiento de Innova Schools, destaca algunos puntos importantes para la correcta implementación de la tecnología en la educación y cómo guiar a los más jóvenes a ser mejores ciudadanos digitales.
La tecnología en la educación no solo debe centrarse en el aprendizaje académico, sino también en el desarrollo de habilidades socioemocionales. “En todos los espacios de la escuela, hay que trabajar las habilidades socioemocionales y trabajar con los estudiantes en cómo estas se ponen en juego tanto en el mundo físico como en el mundo digital”, indica. Esta integración es esencial para su bienestar y desarrollo integral.
La educación sobre el uso responsable de la tecnología debe ser un esfuerzo compartido entre el hogar y la escuela. Padres y educadores deben colaborar para enseñar a los estudiantes sobre los beneficios y riesgos de las redes sociales: “Hay que enseñar qué es el acoso cibernético, el grooming, el phishing, etc.”, señala Pamela Mendoza del Solar. Este enfoque integral asegura que los estudiantes reciban una formación digital completa y coherente, preparándolos para un uso seguro y efectivo de la tecnología.
Utilizar la tecnología en la educación es crucial para formar ciudadanos digitales responsables. Al enseñar a los estudiantes a comportarse de manera ética y consciente en el entorno digital, se promueve un uso positivo de las redes sociales y otras plataformas tecnológicas. Esta formación es fundamental para reducir incidentes como el ciberbullying y para fomentar una cultura de respeto y seguridad en línea.
Padres y docentes deben ser modelos positivos en el uso de la tecnología. Al mostrar un comportamiento adecuado en línea y un uso equilibrado de las redes sociales, pueden influir de manera positiva en los estudiantes. La especialista señala que “lo más importante es ser coherente, un modelo positivo sobre cómo comportarse en línea, cuánto tiempo estar en redes”.
La tecnología es una parte integral del futuro laboral y personal de los estudiantes. Incorporar el uso de tecnologías y plataformas digitales en la educación prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades del mundo moderno. Esto incluye no solo habilidades técnicas, sino también la capacidad de comunicarse efectivamente y colaborar en entornos digitales, competencias esenciales para su éxito futuro.
Las redes sociales y las nuevas tecnologías han llegado para quedarse, por lo que, tal como sugiere la especialista, el objetivo se debe centrar en implementar herramientas que contribuyan a mejorar su uso con el fin de mejorar su impacto en la sana convivencia escolar y en los espacios digitales.