Lima, julio del 2024.- La problemática de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, “Ninis”, se ha convertido en un desafío relevante para el desarrollo social y económico del Perú. Según datos del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), esta población ha reportado un incremento alarmante en el 2023, alcanzando a un millón y medio de personas jóvenes, cifra que representa un aumento del 2,4 % en comparación con el año anterior.
Esta situación no solo afecta el desarrollo personal de estos jóvenes, sino que también representa un reto para la economía nacional, ya que reduce la productividad y aumenta la vulnerabilidad social, dejando a muchos de ellos atrapados en un ciclo de pobreza.
Impulsar el empleo y la educación:
De acuerdo con ManpowerGroup, en su estudio “Escasez de Oportunidades Laborales para los Jóvenes”, en el que encuestó a más de 3,000 jóvenes, el 75% de ellos tiene dificultades para hallar trabajo y, frente a esta situación, se han visto obligados a tomar cursos adicionales a su carrera para mejorar su empleabilidad: 59% ha tomado cursos de habilidades profesionales o técnicas; 49% cursos de inglés; 47% cursos de habilidades interpersonales o blandas (liderazgo, solución de problemas, comunicación).
Asimismo, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo reveló que 7 de cada 10 jóvenes peruanos no trabaja en lo que estudió, y la brecha de esta inadecuación ocupacional ha aumentado a 66% en los últimos 8 años. Para contribuir a cambiar este escenario, Marco Nicoli, Director Regional para ManpowerGroup Perú, Chile, Uruguay y Paraguay; comenta que es fundamental tomar acción desde cinco ámbitos distintos:
“Todos los profesionales, sean jóvenes o adultos, tienen que adaptarse a las necesidades laborales del mercado para no quedar relegados. Desde ManpowerGroup, nos mantenemos optimistas por los jóvenes peruanos, pues ahora tienen un mejor nivel educativo versus los jóvenes de hace 20 años. Su nivel de cultura digital es superior y, en la medida que se incorporen a las organizaciones a través de programas de entrenamiento, y experimentando en distintas áreas, se convertirán en capital de valor, no solo para las empresas locales sino también globales”, concluye Marco Nicoli.