Lima, julio de 2024 .- La gestión de la Municipalidad de Lima ha tenido dos enfoques distintos bajo el liderazgo de Jorge Muñoz y Rafael López Aliaga. A continuación, se detallan las principales diferencias entre ambos alcaldes, basadas en la opinión de Carlos Mariátegui, ex regidor de la Municipalidad de Lima y empresario.
Enfoque en el Apetito de Riesgo y Apalancamiento
Durante la administración de Jorge Muñoz, la Municipalidad de Lima enfrentó una deuda significativa de aproximadamente 1,000 millones de soles heredada de la gestión de Luis Castañeda, lo que llevó a Muñoz a adoptar una política de austeridad y cautela financiera, especialmente impactada por la pandemia del COVID-19 que redujo los ingresos municipales y la capacidad de inversión en obras. En contraste, Rafael López Aliaga ha tomado un enfoque más arriesgado, emitiendo deuda en dos ocasiones por un total de 2,700 millones de soles y planeando una tercera emisión que podría elevar la deuda a cerca de 4,000 millones de soles. Carlos Mariátegui advierte sobre el sobreendeudamiento y los riesgos financieros, así como la limitada disponibilidad de recursos para inversiones futuras.
Estilo de Liderazgo y Gestión
Jorge Muñoz es descrito como un alcalde dialogante y diplomático, con una gestión enfocada en el orden y la prudencia, caracterizada por un manejo austero y una ejecución limitada de proyectos debido a la crisis sanitaria y las restricciones presupuestarias. En contraste, Rafael López Aliaga se destaca por ser obstinado y menos receptivo a la opinión pública, con un estilo más pragmático y decidido que lo lleva a tomar acciones rápidas y a veces polémicas sin mucho diálogo. Según Mariátegui, al contar con la mayoría de votos en el consejo municipal, López Aliaga tiende a imponer sus decisiones sin buscar consenso, lo que ha generado conflictos internos y externos.
Problemas y Controversias
Uno de los mayores problemas durante la administración de López Aliaga ha sido el manejo del contrato de recolección de basura con la empresa Innova Ambiental, heredado desde la época de Ricardo Belmont. Este contrato, altamente cuestionado por su falta de transparencia y altísimos costos, ha generado tensiones y conflictos. A diferencia de Muñoz, quien extendió el contrato bajo presión por desabastecimiento inminente, López Aliaga ha tomado una postura más confrontacional, lo que ha llevado a problemas en el servicio de limpieza pública.
Proyectos y Ejecución
En términos de proyectos, Muñoz se enfocó en mantener la estabilidad financiera y ejecutar obras acorde a los recursos disponibles sin asumir grandes riesgos, mientras que López Aliaga ha sido más agresivo en la ejecución de proyectos, incluyendo la adquisición de motos para seguridad ciudadana, aunque sin un plan claro.
Trato a los Trabajadores
La gestión de López Aliaga también ha sido criticada por el trato a los trabajadores municipales, incluyendo despidos considerados arbitrarios y contrarios a la ley. Mariátegui señala que el alcalde ha mostrado una tendencia a no acatar las normativas que favorecen la estabilidad laboral de los trabajadores CAS, lo que ha generado controversia y malestar.
Visión a Largo Plazo y Propuestas para Reducir el Déficit Habitacional en la Capital
Aunque la gestión pasada dejó aprobado el Plan Metropolitano de Lima al 2040, la actual gestión ha hecho poco por continuarlo. Acciones como conectar las zonas industriales de Lima con el futuro puerto de Chancay, incentivar el cabotaje para el transporte de mercancías y regenerar zonas urbanas degradadas mediante la densificación deberían ser abordadas. Mariátegui propone que la Municipalidad de Lima aproveche el abundante suelo estatal disponible para promover proyectos de vivienda social y ordenada, ofreciendo una alternativa al suelo producto de invasiones y tráfico de tierras, mejorando así la calidad de vida de los ciudadanos y proporcionando soluciones sostenibles y a largo plazo para el acceso a una vivienda digna y una ciudad planificada.
En conclusión, las gestiones de Jorge Muñoz y Rafael López Aliaga presentan enfoques y estilos de liderazgo marcadamente opuestos. Mientras que López Aliaga asume demasiado riesgo con impactos significativos en la salud financiera de la corporación municipal, la administración de Muñoz se caracterizó por tomar muy pocos riesgos y evitar decisiones polémicas. La evaluación de estas diferencias es esencial para comprender los retos y oportunidades futuros para la Municipalidad de Lima.