Lima, 03 de Julio del 2024.-El Desarrollo Sostenible (DS) es una de las áreas híbridas emergentes del conocimiento prometedoras del futuro, por sus características adquiridas de la conservación del medio ambiente y del ecosistema natural, economía circular, el desarrollo de investigación científica, nuevas tecnologías e innovación. La mayoría de las áreas del conocimiento y las áreas de investigación tales: Ingeniería en Sistemas de Control y Automatización, Industria 4.0/5.0, Ingeniería Robótica, Inteligencia Artificial, Vehículos Eléctricos e Híbridos, Energías Renovables, Agricultura Inteligente, Procesos Agropecuarios Inteligentes, Recolección y Reuso de la Basura y Residuos Sólidos y el Internet de las Cosas (“IoT”) están siendo utilizadas de manera combinada y eficiente en procesos productivos sostenibles exitosos.
La clave es que existan Planes Integrales de Desarrollo Auto-Sostenibles (PIAS) en todas las naciones del mundo, a fin de que se puedan resolver todas las problemáticas existentes en la población que lo requiera. Ningún país debe depender de los otros para resolver las problemáticas y demandas locales que existan. En condiciones globales de emergencias, las naciones que sean consumidores de tecnologías, productos y servicios, están destinadas a colapsar inevitablemente. Sectores como la Educación, Electricidad, Agua, Salud, Seguridad, Recolección y Reciclamiento de la Basura, Transporte y Comunicaciones, no deben estar en manos de países extranjeros, ni en manos del sector privado, pues esto promueve el caos, deficiente servicio, precios excesivos y el oligopolio. El progreso y evolución de una nación se mide en función del nivel de vida de sus ciudadanos y la satisfacción de sus necesidades implícitas en todas las soluciones que la administración gubernamental ejecute sin corrupción y malas prácticas presentes en el proceso. El desarrollo sostenible es un concepto que busca satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas. En este contexto, la relación colaborativa entre universidades, instituciones de enseñanza superior, centros de investigación, el sector industrial (público y privado) y el gobierno es fundamental para avanzar en esta dirección. Estas alianzas permiten la generación de conocimiento, la transferencia de tecnología y la implementación de políticas y prácticas que promueven la sostenibilidad.
Universidades e Instituciones de Enseñanza Superior:
Centros de Investigación:
Ejemplo: El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) colabora con diversas industrias y el gobierno en proyectos de sostenibilidad energética, desarrollando tecnologías que reducen las emisiones de carbono y mejoran la eficiencia energética.
Sector Industrial (Público y Privado):
Ejemplo: Tesla, Inc. trabaja con universidades y centros de investigación para avanzar en la tecnología de baterías y vehículos eléctricos, promoviendo una movilidad más sostenible.
Gobierno:
Ejemplo: La Unión Europea, a través de su programa Horizonte 2020, financia proyectos de investigación que promueven la sostenibilidad en energía, transporte y tecnologías ambientales, facilitando la colaboración entre universidades, industrias y gobiernos.
La colaboración entre universidades, centros de investigación y la industria facilita la formación de profesionales con las habilidades necesarias para abordar los desafíos de la sostenibilidad. Los programas educativos y de formación conjunta permiten a los estudiantes adquirir experiencia práctica en contextos industriales y de investigación.
Ejemplo: El programa de educación cooperativa de la Universidad de Waterloo en Canadá permite a los estudiantes combinar estudios académicos con períodos de trabajo en la industria, fomentando la adquisición de habilidades prácticas en sostenibilidad.
Las alianzas estratégicas entre la academia y la industria pueden generar innovaciones disruptivas que mejoran la competitividad económica y promueven la sostenibilidad. La combinación de conocimiento teórico y experiencia práctica permite el desarrollo de soluciones tecnológicas que pueden ser rápidamente adoptadas y escaladas.
Ejemplo: La colaboración entre Siemens y el Fraunhofer Institute ha llevado al desarrollo de tecnologías avanzadas en eficiencia energética y automatización industrial, apoyando la transición hacia una industria más sostenible.
Los gobiernos pueden trabajar con universidades y la industria para desarrollar e implementar políticas que promuevan la sostenibilidad, como incentivos fiscales para la adopción de tecnologías limpias y normativas ambientales estrictas que impulsan la innovación en sostenibilidad.
Ejemplo: El programa de incentivos fiscales para la I+D en Canadá (SR&ED) fomenta la colaboración entre la industria y las universidades para la investigación en tecnologías sostenibles, apoyando el desarrollo y la adopción de soluciones innovadoras.
La relación colaborativa entre universidades, centros de investigación, el sector industrial y el gobierno es esencial para promover el desarrollo integral sostenible a través de todo el ecosistema de un país. Esta colaboración permite la generación y transferencia de conocimiento, fomenta la innovación y el desarrollo tecnológico, y apoya la implementación de políticas y prácticas que promueven la sostenibilidad. Al trabajar juntos, estos actores pueden enfrentar de manera efectiva los desafíos ambientales, sociales y económicos del presente y construir un futuro más sostenible. Finalmente, el servicio social y las prácticas profesionales deben ser usadas para adquirir habilidades y competencias profesionales y de desarrollo sostenible. Es necesario crear más programas de Maestría y Doctorado Académico/Científico de tiempo completo, a fin de tener la capacidad de desarrollar innovación sostenible.