Lima, 24 de julio del 2024.- La empresa familiar es aquella gestionada por miembros de una o más familias. Una de sus características es que esta perdure a lo largo de varias generaciones. No obstante, dichas organizaciones presentan desafíos únicos que requieren habilidades específicas y un enfoque estratégico que fomente la cohesión para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Una de las claves para la duración del negocio es evitar las llamadas “trampas familiares”. Se trata de un término acuñado por autores españoles, específicamente, para este tipo de organizaciones, pues solamente aplica a ellas, según Pablo Montalbetti, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).
“Por ejemplo, en una empresa tradicional, si a un jefe se le paga 10, en la familiar se le da 12 o 13 solo porque es el hijo del dueño o de un director. El trato que se le brinda a colaboradores familiares y no familiares debería ser igual, pero en la práctica algunas veces no se hace”, comenta el también autor del libro “100 preguntas y respuestas sobre empresas familiares”. “Sin embargo, cuando esa diferenciación es muy grande, hace daño a la empresa porque la recarga de gastos innecesarios y porque a la persona beneficiada le muestran una realidad que no es”, explica.
El decano de la UTP comparte cinco desafíos comunes que presentan las empresas familiares:
Para afrontar estos este y otros desafíos, el decano de la UTP sugiere contar con un protocolo familiar. “Es un documento escrito en el cual se definen las condiciones en las que van a trabajar los familiares de la empresa. Por ejemplo, un punto de ese texto puede ser que ningún familiar podrá laborar mientras no acabe su carrera, o si no ha trabajado como mínimo dos años en otro lugar”, detalla. “Es una buena práctica que la mayoría no tiene, pero que establece las reglas del juego y que ayudan a que la empresa perdure”, concluye.