Lima,04 de junio del 2024.- La menstruación es un proceso biológico natural que presenta casi la mitad de la población mundial, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Sin embargo, sigue siendo un tema tabú en muchas culturas, lo que perpetúa la desinformación y la discriminación. Garantizar el derecho a una menstruación digna no solo es una cuestión de justicia y equidad, sino también una necesidad de salud pública.
Según un estudio de Plan International realizado en 24 escuelas de Carabayllo, San Juan de Lurigancho y Villa El Salvador, solo un 33% de las niñas se sienten seguras manejando su higiene menstrual. Del 67% restante, el 42% de las niñas y adolescentes sienten vergüenza al hablar de la menstruación con sus familias y docentes, mientras que el 53% con sus amistades. “Esta falta de confianza puede conducir a situaciones de vergüenza, discriminación y exclusión social, lo que perpetúa las desigualdades de género”, señala Stephania Lozano, coordinadora de proyecto de Plan International.
La especialista sostiene que el derecho a una menstruación digna implica acceso a productos menstruales seguros y asequibles, instalaciones sanitarias adecuadas y, sobre todo, a una educación sostenida sobre salud menstrual. Esto permite a las niñas vincularse con otros derechos fundamentales, como la salud, la educación y la igualdad de género, donde también se incluyan a los niños y hombres en la conversación. A través de ello, se rompen los estigmas y se fomenta una cultura de apoyo y comprensión.
Aquí algunas recomendaciones para romper los tabúes sobre la menstruación:
Al implementar estas recomendaciones, se puede trabajar en conjunto para romper los tabúes y estigmas en torno a la menstruación. Este enfoque integral busca crear una cultura de aceptación, apoyo y comprensión para todas las personas, independientemente de su género, edad o contexto cultural.