Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Lima,06 de junio del 2024.-El incremento significativo de secuestros a empresarios ha generado una profunda inquietud en toda la sociedad. Recientes incidentes como el plagio de Emilio Julca Huamán en la ruta del caserío de Coipin, en Huamachuco, y el secuestro de Jackeline Janina Salazar Flores, a escasos metros de la Comisaría Sol de Oro, en Los Olivos, son solo ejemplos de una tendencia alarmante.
Según las denuncias presentadas ante las fiscalías provinciales, penales y mixtas, en el año 2023 se registraron un total de 4060 casos de secuestro a nivel nacional. Este dato representa un aumento significativo de 2 362 casos en comparación con el año 2020, cuando se contabilizaron 1 698 denuncias.
“El aumento dramático de secuestros a empresarios es una señal alarmante de la necesidad urgente de abordar la seguridad ciudadana en nuestro país. No podemos permitir que la integridad de nuestros empresarios se vea comprometida mientras realizan sus actividades laborales” señala Carlos Mariátegui Aragón, ex regidor de la Municipalidad de Lima y reconocido empresario.
Además, es importante precisar los niveles de crueldad con los que se perpetran estos delitos han suscitado la atención de expertos como el coronel en retiro Juan Carlos Liendo, exjefe de la Dirección Nacional de Inteligencia. Liendo señaló que “la brutalidad con la que se ejecutan estos secuestros sugiere una metodología que podría estar relacionada con prácticas internacionales de grupos delictivos”. Este aspecto agrega una dimensión más preocupante a la situación, destacando la necesidad de una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
“Es fundamental que tanto el gobierno como las empresas trabajemos en conjunto para implementar estrategias que garanticen la seguridad de nuestros trabajadores y el desarrollo de nuestras actividades comerciales. Solo a través de una colaboración estrecha podremos hacer frente a esta amenaza y proteger el bienestar de todos los ciudadanos” indica Carlos Mariátegui sobre la importancia de una acción coordinada entre el Estado y el sector privado para abordar este problema de manera integral:
El aumento de secuestros a empresarios es un llamado de atención urgente que requiere una respuesta decidida y coordinada. Es imperativo que el Estado garantice la seguridad de los empresarios dado que esto repercute en la economía del país.
“La inseguridad de una empresaria de gimnasios y de aquel que posee una gran mina es igual de importante que se tome una adecuada atención. Es importante que el Estado tome cartas en el asunto porque esto incide en el resultado económico macro del país” señala Mariátegui.
Por ello lo ideal es que tanto los sectores públicos y privados unan esfuerzos para contribuir con la seguridad ciudadana, uno de los ejes más importantes para el desarrollo económico y social del Perú.
