Jueves, 21 de Noviembre del 2024
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Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a los Conocimientos, técnicas y usos asociados a la Bandurria

Publicado el 14/05/24

Es en virtud a su importancia y significado en la construcción de identidad cultural local y el fortalecimiento de la memoria histórica del distrito de San Pablo, provincia de Canchis, departamento de Cusco

Lima, 14 de Mayo del 2024.- El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos, técnicas y usos asociados a la Bandurria, instrumento musical de cuerda elaborado en Chara y en San Pablo, distrito de San Pablo, provincia de Canchis, departamento de Cusco.

Recibe tal reconocimiento, en virtud de la importancia y significado que tiene en la construcción de la identidad cultural local, así como para el fortalecimiento de la memoria histórica de su población. Se trata de un instrumento musical que pertenece a la familia del laúd, compuesto por una caja unida al mango generalmente de tres cuerdas sujetas al extremo inferior de la caja.

Las evidencias sugieren que el laúd se utilizó mucho durante la época medieval y que fue muy apreciado durante los siglos XV y XVI en la Península Ibérica, sobre todo en los ambientes sociales más elevados, según los inventarios de bienes conservados.

A su vez, en la ‘Declaración de instrumentos musicales’, publicada por el religioso franciscano Juan Bermudo hacía el año 1555, se menciona a la bandurria como una forma de rabel -instrumento pastoril semejante al laúd- que posee tres cuerdas u órdenes, aunque también se identificaron bandurrias de tamaño mayor con cuatro y cinco cuerdas.

Como indica el musicólogo José Federico Quezada, durante el periodo colonial varios de los instrumentos musicales cordófonos y de viento fueron de uso tradicional entre los españoles.

Por ello, entre 1650 y 1700 existieron en la ciudad del Cusco diversas fuentes de trabajo para músicos españoles, criollos, mestizos, indígenas e, inclusive, negros, teniendo el predominio los españoles y criollos.

De acuerdo a la historiadora Yumi Llamacponca, participarían también instrumentistas y cantantes de diversos estamentos y castas por lo que toda esta influencia permitió a los indígenas aprender sobre la música europea y adaptar los instrumentos a sus tradiciones musicales, danzas y otras representaciones culturales, como es el caso de la quena, el charango y la bandurria. Esta última fue rápidamente dominada en el mundo andino siendo utilizada para la interpretación de huaynos, qhaswas, harawis y carnavales.

Hoy en día, la bandurria es el instrumento más popular en el distrito de San Pablo, especialmente en la Comunidad Campesina de Chara de la provincia de Canchis, en el departamento de Cusco.

Conforme a los testimonios de los portadores, el origen de la bandurria en la zona se remite a fines del siglo XIX, con la llegada de un maestro guitarrero de la ciudad de Juliaca contratado por los hermanos Casiano y Julián Flores y por los hermanos Leocadio y Benito Tunque, para que les enseñe a elaborar instrumentos musicales de cuerda.

Posteriormente, presumiblemente llegado el siglo XX, los hermanos Tunque y Flores crearon un instrumento pequeño, innovador y original, que no guardaba ningún parecido con la bandurria española, pero que por su semejanza recibe el nombre de bandurria.

En la década de 1950, apareció un instrumento derivado de la bandurria, pero de mayor tamaño, al cual se le denomina “marimacho”. Este surgió a petición de los músicos ya que la bandurria original era muy pequeña y su sonido no tenía mayor alcance.

Por otro lado, de acuerdo a la revista Centenario de San Pablo, en una edición de 1997, el uso de la bandurria en el distrito de San Pablo se remite a la presencia de músicos en la festividad del día jubilar de la Virgen de Belén, en 1933, cuando se contó con la presencia de los músicos vernaculares Santos Mercado Cueva, Benjamín Huallpa Díaz y Manuel Ccorimanya,

Estos eran, a su vez, comerciantes viajeros por lo que llegaron a dicha festividad con la bandurria bandolera interpretando la música de la danza mactta tusuc. Fue así que revolucionaron la música en la localidad, naciendo el uso de la bandurria en los lugareños quienes la adaptaron y perfeccionaron.

En lo que se refiere a su fabricación, la bandurria es elaborada por maestros bandurristas, tanto en San Pablo como en Chara, con madera de sauco, pino Oregón, cedro, caoba o nogal, primando hoy en día el uso del nogal, cedro o caoba.

Existen tres tipos de bandurria, en Chara como en San Pablo. Las dimensiones de cada tipo son aproximadas y varían de acuerdo a los criterios del maestro bandurrista, así como a los requerimientos del músico: la bandurria, normalmente, posee un peso de 1.150 kilogramos, entre 80 a 85 cm de longitud total, 35 cm de largo de la trastapa, 29 cm de ancho de la caja de resonancia y 6.5 cm de alto.

Cabe resaltar que la presencia de la bandurria en las festividades locales desde hace décadas. Al respecto, en 1947, el diario La Verdad de Sicuani informaba que los pobladores utilizaban un instrumento singular llamado bandurria al que comúnmente confundían con el charango.

Sin embargo, era un instrumento de cuerda que podría ubicarse entre el charango y la mandolina, y que era óptimo para la ejecución de huaynos. Igualmente, dicho diario mencionaba que, en general, los habitantes de San Pablo, al llegar a la adolescencia, adquirían una bandurria hecha por los artesanos del mismo distrito. Así, se exhibían tocando el instrumento en las calles de Sicuani.

En la actualidad la bandurria cobra una presencia muy importante durante el carnaval del distrito de San Pablo, en el que se presentan bailes y pasacalles entre parejas, acompañados de cantos de enamoramiento y coqueteo.

 



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