Lima,11 de mayo del 2024.-   Ellas se encargan de la alimentación de los residentes, los ayudan en las tareas escolares y los escuchan y orientan cuando algo preocupa.
•    De profesión son psicólogas, enfermeras, nutricionistas, trabajadoras sociales, educadoras y técnicas, pero su mejor título es el de “madre de corazón”.
En los Centros de Acogida Residencial (CAR), en donde el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) brinda atención integral a niñas, niños y adolescentes en situación de desprotección familiar, existen mujeres que se han ganado el título de “madres” gracias al amor gigante que le expresan y procuran a los residentes de estos lugares.
En los 54 CAR del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif), madres cuidadoras se encargan de brindar protección especial, apoyo emocional y bienestar integral, tal como una madre biológica lo hace, a más de 1420 residentes.
“Cada residente se convierte en parte de nuestra historia personal, porque lo vemos y tratamos como miembros de nuestra propia familia; nos alegramos y celebramos sus triunfos, así como sufrimos con ellos cuando algo les preocupa”, narra Ruth Ampuero Miranda, del CAR San Antonio.
La mayoría de las madres cuidadoras son psicólogas, pero también hay enfermeras, nutricionistas, trabajadoras sociales, educadoras y técnicas. Cada una ha desarrollado algunas de las capacidades de sus colegas para atender y guiar a las niñas, niños y adolescentes.
“Por esta relación tan estrecha que desarrollamos con ellas/os nos dicen mami o tía, nos abrazan y cuentan sus cosas con la confianza de alguien muy cercano que le va a dar una opinión o consejo acertado. En realidad, sentimos y obramos como lo hacemos en casa con nuestras hijas e hijos”, sostiene Ana Rivas Gonzáles, del CAR Vidas Lima.
La misión de estas madres es generar condiciones de convivencia lo más cercano posible a un hogar. Ellas se encargan de la alimentación, ayudan en las tareas escolares, escuchan y orientan cuando algo preocupa al residente, velan por su salud, garantizan su derecho a la recreación y se ocupan de que en el colegio se sientan respaldados por una familia.
Por ello, desde el sector les damos nuestro reconocimiento y agradecimiento profundo a las madres de corazón, así como también continuaremos trabajando para que cada niña, niño y adolescente de nuestros centros de acogida residencial tengan garantizado sus derechos fundamentales.