Desarrollar un plan detallado que incluya presupuestos, proyecciones de ingresos y gastos, así como un análisis de flujo de efectivo contribuirá a tener una visión clara de tus finanzas y a anticipar posibles desafíos.
Lima,09 de abril del 2024.- El peruano tiene un espíritu emprendedor incomparable. De acuerdo con un estudio sobre el Emprendimiento en tiempos inflacionarios de Ipsos, el Perú figura como el cuarto país del mundo con más interesados (52%) en emprender en los últimos dos años. En la actualidad, hay más de 102,000 emprendedores formales, los cuales generan, en conjunto, 340,000 empleos directos.
El Día Mundial del Emprendimiento se celebra cada 16 de abril para destacar la importancia de los emprendedores en la economía global y para brindar apoyo a aquellos que están dando sus primeros pasos en el mundo empresarial. En este contexto, es fundamental comprender y gestionar adecuadamente las finanzas durante la fase inicial de un negocio.
De acuerdo con Diego Mercado, CFO de Kashin, “emprender en estos días requiere salir de la zona de confort, ya que, son muchos los retos que se deben de afrontar. El primero será encontrar el producto o servicio más solicitado por los clientes y el segundo reto es construir una empresa rentable y que genere dinero”.
Agregó que, en la fase inicial de un emprendimiento, una gestión financiera sólida puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. En ese sentido, brindó cinco recomendaciones para manejar las finanzas de manera eficaz en esta etapa crucial:
Planificación financiera sólida: elabora un plan detallado que incluya presupuestos, proyecciones de ingresos y gastos, así como un análisis de flujo de efectivo. Esto contribuirá a tener una visión clara de tus finanzas y a anticipar posibles desafíos.
Capital inicial adecuado: asegúrate de contar con suficiente capital inicial para cubrir tus necesidades operativas durante los primeros meses o incluso años de tu negocio. Esto te dará un colchón financiero para enfrentar imprevistos y sostener el crecimiento. “Contar con un capital inicial adecuado puede reducir la necesidad de recurrir a préstamos o financiamiento externo, lo que a su vez disminuye la carga de intereses y la presión financiera sobre el negocio” resalta el especialista de Kashin.
Minimizar gastos innecesarios: prioriza los gastos esenciales y evita aquellos que no son críticos para el funcionamiento de tu negocio en esta etapa inicial. “Al reducir los gastos innecesarios desde el principio, se establece una base sólida para la rentabilidad a largo plazo del negocio. Cada gasto que se elimina o se optimiza contribuye directamente a mejorar la rentabilidad del negocio a medida que crece”, puntualizó.
Negociación con proveedores: De acuerdo con el CFO de Kashin, “negociar plazos de pago favorables o condiciones de crédito con los proveedores puede proporcionar a tu negocio una mayor flexibilidad financiera. Esto permite gestionar mejor el flujo de efectivo y cubrir las obligaciones financieras sin comprometer la viabilidad operativa del negocio. Busca obtener los mejores términos y condiciones posibles al negociar con tus proveedores. Esto puede incluir descuentos por volumen, plazos de pago extendidos o precios preferenciales”.
Diversificar tus fuentes de ingresos: al tener múltiples fuentes de ingresos, el negocio es menos vulnerable a las fluctuaciones económicas, cambios en la demanda del mercado o problemas específicos de una única fuente de ingresos. Esto proporciona una mayor estabilidad financiera y reduce la probabilidad de pérdidas significativas si una fuente de ingresos se ve afectada negativamente.
Inversiones tecnológicas escalables: “Los emprendedores no deben temer reinvertir o invertir para generar más ganancias. Muchos negociantes gastan su rentabilidad o utilidades en vez de reinvertir para seguir creciendo o, no invierten lo suficiente para sostener su crecimiento por miedo a perder más dinero. Si se realizan las inversiones correctas (con retorno) los ingresos incrementarán.