Lima, 19 de Marzo del 2024.- Cada año, el mes de marzo se viste de morado para reconocer el papel crucial de las mujeres en la sociedad y avanzar hacia un mundo más equitativo y justo. Si bien, en los últimos años se han observado avances significativos en estos aspectos, aún queda mucho por hacer para lograr una distribución equitativa en responsabilidades y derechos, especialmente en lo que respecta a las cargas del hogar y una valoración justa del trabajo doméstico.
En este contexto, Avon, compañía que apuesta por el empoderamiento de las mujeres desde hace 138 años, en alianza con Gentedemente, realizó un estudio en Perú y 4 países de la región: Colombia, México, Argentina y Chile entre enero y febrero de este año para medir la percepción y el reparto de la carga del hogar tanto en hombres como en mujeres de entre 25 y 55 años.
El informe llamado “Tareas en el hogar: Percepción y comportamiento” revela que si bien algunas tareas operativas en casa como cocinar, hacer las compras y ayudar con las tareas de los hijos, se han compartido de manera más equitativa entre hombres y mujeres últimamente, aún existe una discrepancia en la percepción de las mujeres peruanas.
Los resultados revelan que Perú es el país donde existe una mayor desigualdad en las tareas en el hogar y donde se observa una mayor diferencia entre la percepción de los hombres y las mujeres en cuanto a la distribución de estas responsabilidades. De esta manera, un 35% de las peruanas encuestadas indica que la distribución de tareas domésticas es nada equitativa. Y un 26% afirma que son algo equitativas. Únicamente un 17% de peruanos percibe que hay desigualdad en la distribución de estas tareas, destacando la gran desigualdad de percepción entre ambos géneros.
Asimismo, existen otro tipo de cargas, que son las mentales o también llamadas “cargas invisibles”, que suelen pasar desapercibidas, y son más pronunciadas entre las mujeres, quienes tienden a asumir la responsabilidad de decisiones importantes que no son tan reconocidas. Según el estudio de Avon, en Perú, 6 de cada 10 mujeres sienten que las responsabilidades o cargas mentales recaen más sobre ellas, mientras que solo el 11% de los hombres considera que la distribución es equitativa.
Por su parte, Alexandra Oliva, gerenta de Reputación y Comunicación Corporativa en Avon, señala: “Estar y participar en el chat del colegio aparece como una tarea operativa e invisible claramente asignada a la mujer, con un 65%; mientras que la contratación de personas para el mantenimiento o reparaciones del hogar es territorio eminentemente masculino con un 53% de los entrevistados. Entre las mujeres la carga mental siempre es mayor que la operativa”.
Las tareas mentales, también tienden a ser responsabilidad de las mujeres, pero de manera mucho más acentuada, y el saber cuándo se pagan las cuentas se convierte en algo que realizan las mujeres en mayor medida. En este sentido, muchas de las mujeres entrevistadas señalan que reciben a menudo el “yo te ayudo con los quehaceres” por parte de los hombres, cuando este debería ser compartido, y no una ayuda.
¿Por qué sucede esta situación?
Se puede deducir que esto existe debido al actual sistema del hogar, ya que, según el estudio, en Perú, el 51% de los hombres y mujeres consideran que su hogar es equitativo; sin embargo, aún un 40% considera que es patriarcal, y en cuanto al trabajo, un 47% de las mujeres manifestaron no tener un trabajo remunerado, es decir, dedicarse exclusivamente al trabajo en el hogar.
Sin embargo, existe un avance. Después de exponerse a iniciativas de concientización sobre las brechas de género como esta, cerca del 40% de hombres y mujeres del estudio mostraron una tendencia a reflexionar sobre las diferencias de género en las cargas operativas y mentales, y el 59% de las familias mostró un mayor potencial en el cambio de comportamiento.
Para Avon, estos hallazgos han permitido entender mejor la situación, necesidades y aspiraciones de la mujer de hoy, sobre todo gracias a su conexión con la población femenina: más de 150 mil consultoras de belleza, quienes se esfuerzan por mantener un equilibrio entre su trabajo, familia y vida personal. Sin embargo, muchas de ellas enfrentan una carga laboral y mental considerable.
“En este mes de la mujer, hemos decidido intensificar nuestros esfuerzos para visibilizar y, sobre todo, abordar estas diferencias restantes que a menudo pasan desapercibidas, pero que suelen tener una gran connotación. Y vemos en los resultados que, si hay un cambio de accionar”, finaliza Alexandra Oliva.