Lima, 23 de Febrero del 2024.- El Perú se consolidó como el segundo productor de Cobre del mundo en el 2023, con 2.7 millones de toneladas métricas finas (TMF). A pesar de contar con un considerable potencial para incrementar esta cifra, diversas circunstancias obstaculizan las inversiones en el sector. Esta situación se refleja en la existencia de 24 proyectos cupríferos que carecen de una fecha establecida para su construcción, por más de US$ 34,000 millones.
Según el portafolio de proyectos de inversión minera del Ministerio de Energía y Minas (Minem), en el país hay 27 iniciativas cupríferas, de las cuales únicamente tres tienen programadas empezar su construcción; es decir casi el 90% de la cartera de cobre no tiene una fecha para iniciar la obra.
En la mencionada lista, se destaca que, aunque cuatro proyectos mineros de cobre no disponen de una fecha establecida para su construcción, sí cuentan con un inicio de marcha. Se trata de Ampliación Ilo (Moquegua), Los Chancas (Apurímac), Trapiche (Apurímac) y Michiquillay (Cajamarca).
Entre los proyectos sin fecha de inicio de construcción figura Tía María (Arequipa), que contempla una inversión de US$ 1,400 millones y tiene los permisos para poder empezar por la empresa Southern Perú, pero no avanza por las tensiones sociopolíticas.
Recientemente, el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, consideró que debe retomarse el proyecto Tía María, pero no de manera aislada, sino en forma integral como parte del desarrollo del valle del Tambo, cerca a su zona de influencia, en la provincia de Islay.
Otros proyectos sin fecha de construcción son: El Galeno (Cajamarca), La Granja (Cajamarca), Ampliación Cuajone (Moquegua), Ariana (Junín), Yanacochas Sulfuros, Chalcobamba fase 1 y más.
El Minem -en su informe- señaló que estos proyectos se encuentran en etapa de prefactibilidad, factibilidad, conceptual e ingeniería de detalle.
Además, refirió que no tienen fecha de construcción, principalmente, por el grado de avance de los proyectos que se encuentran en etapas tempranas, aspectos sociales, decisiones del inversionista (financiamiento, priorización de activos de acuerdo al retorno de capital, entre otros).
Cabe señalar que, pese a que la producción de cobre en el Perú alcanzó un nivel récord, la República del Congo “le pisa los talones”. Y analistas señalan que eso se debe a la falta de proyectos.
Mejorar temas regulatorios
Según Angela Grossheim, directora ejecutiva de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), más del 70% de los proyectos de la cartera de inversiones del país es de cobre importante para la transición energética.
“Será interesante poner en valor estos proyectos pensado en el mediano y largo plazo”, mencionó durante la Mesa de trabajo de la Comisión Especial OCDE del Congreso de la República.
No obstante, la representante de la SNMPE señaló la necesidad de agilizar la ejecución de los proyectos mineros, pero afirmó que las trabas burocráticas constituyen un gran impedimento en este proceso.
Explicó que al no salir los trámites a tiempo o proyectos lleva a una pérdida al país. “En el 2018 hicimos un estudio en donde se encontró que en el sector minero había 470 normas que la regulaban, más de 230 procesos administrativos, con 29 entidades públicas. Estos datos no han variado mucho a la actualidad, entonces, nos encontramos con un grupo de normativa que hacen compleja poder llegar a tiempos los permisos”, sostuvo.
Agregó que durante el año pasado se identificaron 60 procesos administrativos que podrían presentar obstáculos burocráticos. En vista de esto, están solicitando una reunión conjunta con la comisión creada por el Consejo de Ministros.
Grossheim expresó que aunque las Mesas Ejecutivas en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) contribuyen a mejorar los aspectos regulatorios, aún existen cuestiones en proceso. Entre ellas se encuentran la continua simplificación administrativa en las exploraciones mineras, la creación de incentivos para aumentar la producción mediante la asignación de un mayor porcentaje para el aumento de la capacidad de planta, y la optimización en el marco de la certificación ambiental.
Diálogos para el Desarrollo Territorial
En conversación con Gestión, Luis Miguel Incháustegui, exministro de Energía y Minas, sugirió que el Gobierno peruano debe impulsar iniciativas de diálogos, para abordar el desarrollo territorial.
“De esa forma, se podría identificar las preocupaciones existentes, explorar las posibilidades de desarrollo en la región y determinar si hay viabilidad para llevar a cabo los proyectos”, dijo.
En esa línea, Incháustegui recomendó que se debería replicar en diferentes ciudades el enfoque que se implementa en Cajamarca a través del Centro de Convergencias y Buenas Prácticas Minero-Energéticas (Rimay), que reúne al Estado, empresas, sociedad civil y academia para desarrollar e impulsar propuestas que fortalezcan la sostenibilidad de los sectores minería.
“Esto se debería dar también en Arequipa, Cusco y otros lugares. Lo que todo el Perú necesita es un diálogo con sentido, buena fe y donde podamos reflexionar en torno a los problemas que hubieron y por qué no ofrecer disculpas por los errores que se cometieron y ahí sentar una base de desarrollo”, apuntó.
Con el caso específico de Tía María, el exministro indicó que el proyecto está preparado para comenzar, pero es crucial abordar ciertos problemas pendientes, como la cuestión del agua, que incluye la necesidad de construir un reservorio.
Utilizando el ejemplo de la mina Quellaveco, señaló que se debería seguir un proceso similar. En 2012, se inició una mesa de diálogo que se prolongó durante un año y medio. En este espacio se abordaron diversos temas, incluyendo aspectos ambientales. Como resultado de estas conversaciones, la empresa (Anglo American) tomó la decisión de realizar mejoras en el diseño del proyecto, lo que permitió finalmente llevar a cabo su construcción.
También subrayó que la Ventanilla Única es favorable, pero se debe comunicar su avance. “Para que pueda funcionar correctamente se necesita mejorar los textos únicos de procedimiento administrativos de varias instituciones”, aseveró.
Subrayó que en el 2019 se creó una comisión dirigida por Roxana Barrantes con el objetivo de mejorar la industria minera. Durante ese proceso, se acordó la necesidad de mejorar las normativas regulatorias y los procesos de consulta previa. Incháustegui destacó la importancia de no dejar estas propuestas en el olvido, sino de actualizarlas e implementarlas lo más pronto posible.
Incluso, para seguir avanzar con los proyectos mineros, el extitular del Minem expresó que Michiquillay, Galeno y Conga (oro), ubicados en Cajamarca, deberían desarrollarse en forma conjunta a fin de reducir el impacto ambiental, como también compartir infraestructura de producción, transportes y servicios de uso común, que les permitan reducir costos de inversión.
Producción de Cobre
Para Incháustegui, este 2024 se alcanzaría los mismos niveles de producción de cobre del año pasado, con 2.7 millones TMF, pero con la posibilidad de aumentar a 2.8 millones TMF si las operaciones se desarrollan con normalidad, sin implicancias de conflictividad social.
“Eso se da porque Quellaveco está avanzando bien. Las Bambas puede operar sin problemas. Con la Reposición Antamina se va a crecer un poco en producción de cobre. El Perú es rico en eso y hay que cuidarlo”, enfatizó.
Fuente: Javier Artica – Gestión.