Lima, 20 de Febrero del 2024.-La energía que produce el Sol llega a todas las personas del mundo a través del espacio en forma de partículas de luz –fotones– y radiación –calor– para aprovecharse en forma de energía térmica o energía fotoeléctrica, más tarde reflejada en tarifas de luz que abastecen cientos de miles de hogares en todo el mundo- Sin embargo, la necesidad humana de encontrar nuevas fuentes de energía ha provocado que surjan nuevos proyectos que intentan ser una alternativa a esta estrella que brilla con luz propia.
Hace tres años, el Instituto Coreano de Energía de Fusión (KIFE, por sus siglas en inglés) anunció que KSTAR –su proyecto de Sol artificial para generar energía a partir de la fusión nuclear– pudo calentar plasma a 100 millones de grados centígrados durante un período de 30 segundos. Por consiguiente, este hito supuso una nueva forma de conseguir energía eficiente, barata, limpia e ilimitada en la Tierra simulando el funcionamiento del Sol.
Crear plasma supercaliente, siete veces más caliente que el Sol, es sólo la mitad de la batalla. El reactor toroidal también debe contener el plasma durante largos periodos de tiempo, lo que no es nada fácil, además de que esta energía debe ser sencilla de transportar una vez llegue a los distribuidores energéticos de cada país. Aunque recientemente, el KIFE ha creado un nuevo desviador de tungsteno que permitirá multiplicar por diez esa cantidad de tiempo para elevarla hasta los 300 segundos, de esta manera, gestionará las impurezas generadas en el reactor y permitirá la salida de gases residuales.
Los desviadores son enormemente cruciales para los reactores tokamak. Instalados en el fondo de la vasija de vacío, estos dispositivos gestionan los gases de escape y las impurezas, y deben soportar las mayores cargas térmicas superficiales. Anteriormente, el tokamak KSTAR utilizaba un desviador basado en carbono, ya que éste tiene un punto de fusión elevado.
Sin embargo, el único problema era que las partículas de plasma tendían a adherirse a la superficie de carbono, lo que limitaba la duración de la reacción. El tungsteno, con un punto de fusión igual de alto pero una masa atómica mayor, evita este problema y permite al KSTAR crear reacciones que duran minutos en lugar de segundos.
El KSTAR rivaliza con otros proyectos internacionales, como el Toro Europeo Común (JET) en el Reino Unido, y el JT-60SA, un proyecto conjunto de Europa y Japón que se encuentra en el país nipón. Estos buscan producir una cantidad de energía mucho mayor que la suministrada para iniciar el proceso de reacción.
Mientras los avances científicos centran su esfuerzo en la búsqueda de energías que se obtienen de manera limpia, rápida y se almacenan de manera casi ilimitada e instantánea, el futuro solo nos hace pensar en cómo afectará esto a la vida del ciudadano medio, y queda en incógnita el saber si estos avances mejorarán la vida del ciudadano de a pie, consiguiendo un ahorro en su factura de la luz significativo, o popularizando la creación de tarifas eléctricas que sólo se sustentan de energías limpias y reusables.
Fuente: serviciosluz.com