Lima, 24 de Enero del 2024.- En los últimos años, la creciente evidencia de los impactos del cambio climático, como la escasez de agua, la contaminación del aire y el aumento de desastres naturales, ha impulsado la necesidad de que las empresas adopten estrategias sostenibles y políticas respetuosas con el medio ambiente.
La implementación de prácticas sostenibles permite a las empresas avanzar hacia un modelo de negocio equilibrado, combinando aspectos económicos, medioambientales y responsabilidad social. En este contexto, la educación ambiental juega un papel clave, destacando su importancia en la acción climática, especialmente en el Día Mundial de la Educación Ambiental, que se celebra el 26 de enero.
Yanick Gómez, Experto de Calidad en Tgestiona, empresa líder en servicios de Facility Management, señala que “En Perú, organizaciones como “Perú Sostenible” otorgan el Distintivo de Empresas con Gestión Sostenible (DEGS). Actualmente, 58 empresas han cumplido con los estándares de gestión de sostenibilidad en 2022, contribuyendo al desarrollo sostenible del país.”
Sin embargo, existen desafíos comunes en la implementación de estas prácticas, como son la resistencia al cambio, asignación insuficiente de recursos y la falta de compromiso son obstáculos frecuentes. La falta de seguimiento y medición adecuados también dificulta evaluar la efectividad de los programas de educación ambiental, menciona la especialista.
Pese a ello, los esfuerzos no disminuyen y es posible que las empresas puedan adoptar distintas prácticas en sus organizaciones y equipo de trabajo. Alguna de estas son:
“Desde la eficiencia operativa y la reducción de costos hasta la mejora de la reputación y la atracción de talento, las empresas pueden obtener beneficios significativos al implementar prácticas sostenibles”, menciona la experta de calidad de Tgestiona.
Finalmente, el desafío radica en mantener el compromiso de los empleados a lo largo del tiempo. Estrategias fundamentales, tales como una comunicación clara, participación activa en la toma de decisiones, reconocimiento y capacitación continua, son esenciales para mantener las prácticas sostenibles.