Lima, 28 de Noviembre del 2023.- Con el objetivo de preservar la cultura y las tradiciones vitivinícolas en el Perú, Intipalka viene produciendo nuevos vinos a partir de las variedades de uvas patrimoniales que se cosechan en el país, como las tradicionales Negra Criolla y Moscatel de Alejandría (o Italia), y criollas, como la Quebranta y Torontel, que acompañan muy bien nuestra diversa y valorada gastronomía.
El especialista en vinos, Luis Gómez, enólogo de Viñas Queirolo, comenta que los vinos patrimoniales son llamados de esta manera porque son, justamente, parte de nuestro patrimonio vitivinícola y, al haber una tendencia mundial por la recuperación de estas cepas propias de cada país, debido a su arraigo histórico y cultural, se han convertido en la nueva apuesta de la industria del vino en el Perú, una oportunidad para continuar creciendo internacionalmente.
Asimismo, Piero Fumagalli, gerente de marketing de Santiago Queirolo, afirma que la producción de estos vinos son una gran oportunidad para demostrar un producto distintivo nacional en el extranjero. “Intipalka presenta esta nueva línea de vinos Patrimoniales, tres nuevas etiquetas: Quebranta, Negra Criolla y Torentel, con el objetivo de innovar en la oferta de nuestros vinos los cuales creemos se convertirán en el acompañamiento perfecto de nuestra gastronomía”, agrega el directivo.
Actualmente, en la extensa área de cultivo de Viñas Queirolo, se encuentran alrededor de siete variedades patrimoniales o pisqueras de uva, y se viene trabajando con cuatro de ellas debido al perfil gastronómico que tienen, las cuales tienen excelentes cualidades para crear vinos sin nada que envidiar de otros. Sin duda, existe una corriente y se espera que más bodegas apuesten por la producción de vinos patrimoniales, ya que esto impulsa que, en otras regiones, como Arequipa o Lunahuaná, se ofrezcan vinos novedosos.
Otra nueva propuesta de Santiago Queirolo este año, es su propia línea de bebidas ‘ready to drink’ o licores listos para tomar, a base de nuestra bebida bandera, el pisco. Chilcanos SQ, en sus presentaciones de limón y masco (ciruela), mantienen el sabor y la calidad que caracteriza a la marca. Además, dada su practicidad, esta categoría viene ganando cada vez más fanáticos en el mercado peruano, sobre todo entre los jóvenes, considerados como los ‘heavy users’.
Con esta apuesta, según Fumagalli, la marca busca generar mayores ocasiones de consumo del destilado, así como acercarse a las nuevas generaciones. “Esta es una categoría muy dinámica, el público joven busca constantemente nuevas opciones y nuestra participación apunta a que se logre una identificación plena con el consumidor, usando un lenguaje fresco, divertido y cotidiano. Además, tiene el estilo de packaging que resalta el espíritu de los jóvenes, así como una comunicación que conecta con ellos, lo que le da una personalidad”, enfatiza.
Este reciente proyecto tiene como objeto seguir consolidando la presencia de la marca en el mercado, sobre todo, su participación en este segmento. Por el momento con los sabores de limón y ciruela, pero en un mediano y largo plazo, Santiago Queirolo contempla la presentación de nuevos sabores y nuevas líneas de RTD que sigan sorprendiendo a los consumidores.