Lima,17 de noviembre del 2023.- A la fecha, el Perú es lamentablemente uno de los países de la región con menor acceso a educación superior. Según el INEI, solo el 31% de las y los jóvenes peruanos cursan o han cursado estudios universitarios. Esto se debe, en gran parte, a que la mayoría de las y los jóvenes en edad universitaria no tienen una alternativa de educación superior en sus ciudades o no pueden costear una mudanza a otra ciudad para acceder a ella.
Actualmente, en nuestro país hay cerca de 134.600 jóvenes en edad de iniciar una carrera universitaria que no tienen la oportunidad de estudiar de manera presencial en sus localidades, pues viven en alguna de las 138 provincias que no cuentan con universidades licenciadas.
Sin embargo, los formatos de educación superior virtuales y semipresenciales se han convertido en una alternativa accesible y flexible.
Aquí te presentamos 4 razones por las que la educación virtual es una pieza clave para el progreso y mayor alcance de la educación superior en el Perú:
Promueve la inclusión educativa: Las modalidades virtuales de enseñanza, a distancia y semipresencial, tienen el potencial de aumentar el acceso a la educación debido a que ayudan a eliminar barreras geográficas que, hasta hace poco, era una de las grandes limitantes para un acceso a educación de calidad más democratizado en el país.
Modalidades avaladas por estándares internacionales: Tres de cada cuatro universidades en el top 20 del ranking mundial QS 2024 han incorporado modalidades virtuales en sus programas académicos (por ejemplo, Harvard, Stanford, MIT, Yale, entre muchas otras). En el Perú, desde la reforma universitaria de 2014, se admite la educación no presencial y actualmente existen condiciones básicas para asegurar la calidad educativa.
La mejor opción para jóvenes trabajadores: Un 25% de estudiantes que no están estudiando hoy en día mantienen como razón principal para no hacerlo la necesidad de estar empleados dado que requieren los ingresos para poder subsistir o apoyar a sus familias. Esto, a la larga, no resulta compatible con un formato de educación que demanda presencialidad para atender a las clases y el éxito de las mismas.
Reduce gastos en transporte y tiempo: Estudiar a distancia o de manera semipresencial reduce gastos y permite ahorrar tiempo que usualmente se dedican al transporte para trasladarse al centro de estudios.