El periodista Adolfo Bazán Coquis, se aventura más allá de las salas de redacción para revelar, en su primer poemario, la importancia de amar en tiempos donde el corazón a menudo se resguarda. Con el título “Eres mil y eres Eva”, el libro se presentará el sábado 21 de octubre a las 7 p.m. en la terraza cultural de Ciudad Librera (Calle Plaza Bolívar 161, Pueblo Libre). Acompañarán al autor en los comentarios la poeta Grace Gálvez y la gerenta de Ciudad Librera, Chrisel Arquiñigo.
En “Eres mil y eres Eva” se desarrolla el itinerario de una relación amorosa: es un recorrido por las distintas etapas por las que atraviesa este vínculo, de principio a fin. El libro se divide en siete secciones: «Introducción», «Homenaje», «Premonición», «Desapego», «Epílogo», «Agradecimiento» y «Después de mil y después de Eva», las cuales conforman veintidós poemas.
“Los de Adolfo Bazán son versos de quien ama y de quien permanece observando a la amada. El periodista ha logrado escapar por un momento de la redacción, de los temas de mísera coyuntura y del teclado apurado por el deadline, para compartir una reflexión literaria íntima” apunta el escritor Enrique Planas.
Por su parte, Grace Galvez, poeta y periodista, refiere que el libro “es una representación análoga de la vida, desde la génesis hacia la oscuridad. En ese itinerario vital, la pareja humana vinculada en el amor sufre desviaciones del camino ideal, se detiene en las reiteraciones de los errores, pero esta situación muestra resquicios de esperanza y recuperación de la relación. El final es abierto. ¿No es esa la vida misma?”.
Autobiografía
Adolfo Bazán Coquis nació en Lima, en 1969, poco después de que el ser humano pisara por primera vez la Luna. En tanto llega su ansiado viaje al espacio, se dedica con pasión al periodismo.
La mayor parte de su carrera ha transcurrido en el diario El Comercio. Ha sido docente en la Universidad de Lima (de donde egresó), la UPC y el Ejército, y editor de revistas institucionales.
Guarda en cajones innumerables cuentos, crónicas y guiones de cómics que —vencido el miedo de no alcanzar la perfección— llegarán pronto a verse impresos. Algunos se perdieron con la limpieza que hubo en la casa donde vivió, en Magdalena del Mar.
Tiene dos hijos de carne y hueso, César y Carlo André. Pero su primera creación de tinta y papel es esta, la que tiene (o tendrá) usted entre manos. Nunca imaginó que sería un poemario.