Qatar, 08 de Octubre del 2023.-La emoción del GP de Qatar, comenzó a disiparse cuando la FIA emitió un comunicado, el domingo temprano, en el que anunciaron un dato que cambiaría el desarrollo completo de la carrera. Pirelli, proveedor de neumáticos, encontró que los compuestos llevados a Losail no resistían la dureza del dibujo qatarí y el tema escaló hasta transformarse en una cuestión de seguridad. Así, el ente fiscalizador decidió que nadie podría utilizar cubiertas nuevas por más de 18 vueltas. Y si alguno calzaba usados, descontarían los giros realizados en los días previos. Para colmo, la FIA entregó la tabla en el que puso sobre el tapete cuándo debería parar cada uno. Con este panorama, que no hizo más que tirar por el retrete toda estrategia, se largó la carrera con Max Verstappen, ya consagrado tricampeón, desde la pole.
Pero algo de emoción aún quedaba. Porque el neerlandés de Red Bull tenía detrás a la dupla de Mercedes, que se había mostrado competitiva en carrera. Los popes de las Flechas de Plata apostaron por estrategias diferentes. Mandaron a Lewis Hamilton con blandos y a George Russell con medios. No estaba mal el plan: con dos autos con chances de ganar, de última se sacrificaría a uno, pero el otro pelearía con Verstappen. Pero todo se terminó en la primera curva, cuando Russell y Hamilton se tocaron. El heptacampeón quedó tirado en la leca y su compañero pudo seguir, pero con la obligación de remontar desde el fondo. Ahí sí, todo terminado.
La carrera fue realmente un tedio como espectáculo y un suplicio para los pilotos. El trazado de Qatar exigió el físico de los pilotos de una manera tremenda, tanto que, por ejemplo, Logan Sargeant tuvo que abandonar porque se sentía mal en su Williams. La televisación oficial iba marcando en qué vuelta debería parar cada competidor… Nada generó intriga.
Mucho menos el vencedor. Porque Verstappen y su Red Bull dominaron por completo. Salvo alguna penalización por exceder los benditos límites de pista (algo que comenzó el viernes) y entre los que se encontraron Checo Pérez (dos veces) y Pierre Gasly, con otras tantas, poco pasó en Qatar. Los McLaren mostraron su gran presente en la previsible carrera y con los Mercedes autoeliminados, sumado al gran rendimiento que mostró el MCL60 tras el parón del verano boreal, escalaron al podio con Oscar Piastri en el segundo lugar y Lando Norris, tercero. En Woking, sin dudas, se ilusionan con lograr algún triunfo en las cinco carreras que quedan hasta fin de año. Aunque ya avisó Verstappen que quiere seguir ganando.
“Creo que disfrutaremos un poco, pero aún quedan unas cuantas carreras que queremos ganar”, dijo Max, mostrando que su hambre no se detiene con nada. “Creo que mi carrera la marcó la primera tanda. Después de eso he podido gestionar el ritmo y asegurarme que los neumáticos estuvieran en la ventana adecuada. Los McLaren han vuelto a ser rápidos y he tenido que tirar un poquito, y ha sido una carrera dura”, analizó Verstappen.
Piastri dio fe de la dureza. “Tuve un ritmo impresionante y fue la carrera más dura de mi trayectoria”, señaló el australiano. Fue dura, no hay dudas, tanto como previsible y aburrida. Con los dos títulos ya definidos, a la Fórmula 1 le quedarán cinco Grandes Premios para cerrera la temporada, con una gema que todos esperan: Las Vegas. Pero para eso falta, primero deberán pasar por Austin, México y Brasil, para luego cerrar en Abu Dhabi.
LA PREVIA
Qatar, 08 de Octubre del 2023.-Por un momento, el tercer lugar de partida del GP de Qatar, Fecha 18 que se vivirá por Star+ se convirtió en el juego del Gran Moneton. “¿Yo señor? No señor. ¿Pues entonces quién lo tiene?”, dice el entretenimiento infantil que cobró vida en Losail. El tercer lugar de la parrilla de salida para la carrera del domingo (esta cita tiene sprint, por eso de clasificó el viernes) era una ruleta y la bolilla no terminaba de caer, a pesar de que los motores ya se habían apagado. Lejos, muy pero muy lejos, de todo estaba él, el protagonista principal del año, el que sumará su tercer título de en este fin de semana, sí, él, Max Verstappen, quien aplastó a todos y logró su 30ª pole position.
Tan aplastante fue lo de Verstappen en la clasificación qatarí, que mientras sus nueve rivales de Q3 se desgañitaban en pista para tratar de avanzar en el clasificador, pacíficamente se dirigía a la balanza para pesarse porque ya había cerrado su trabajo. Es cierto, todo partió desde un error, porque en su último intento lanzado perdió el control del RB19, el auto se le espantó en una curva y la vuelta estaba perdida. Tenía tiempo de abrir otra, porque fue el primero en salir al asfalto en el cierre del tercer segmento clasificatorio, pero era tanta la ventaja que había sacado que ni se preocupó. La pole estaba segura.
“Obviamente es un buen comienzo de fin de semana. Con este nuevo asfalto (NdeR: el trazado se reasfaltó por completo), es bastante complicado. No hay casi goma. A veces hay agarre y a veces no, y, si empujas demasiado, se te va el tren trasero. Estoy contento de estar en la pole. Hoy ha sido un buen día para nosotros”, dijo el bicampeón, quien se asegurará el título en el sprint de Qatar con solo llegar sexto. “Quiero ganar, por supuesto. Logré la pole y por supuesto quiero ganar la carrera, pero antes tenemos que hacer un buen sábado. Creo que el coche es rápido”, cerró Max. La actividad del sábado tiene marcado el sprint shootout (la clasificación) y el sprint, donde probablemente se consagrará.
Mientras Verstappen se desensillaba, en la pista seguían acelerando y equivocándose. Porque el campeón de Red Bull no fue el único que sufrió con la falta de agarre del asfalto nuevo, al que se le sumó una buena capa de arena que llegó desde el desierto cercano. Eso complicó, y mucho, evitar exceder los límites de la pista, la trampa en la que cayeron muchos, como Checo Pérez, quien otra vez se quedó afuera de Q3 después de que le quitaran su mejor tiempo de Q2. La marca del mexicano tampoco había sido tan buena, porque apenas era noveno y no pudo acercarse a menos de siete décimas de Max.
Y llegó el juego del Gran Moneton una vez terminada la Q3. Había dos lugares seguros, el de Verstappen y el de George Russell, segundo con el Mercedes. Y arrancaron. Lance Stroll tenía el tercer lugar con su tiempo final. “¿Yo señor? No señor. ¿Pues entonces quién lo tiene?”. Cayó la bomba: el inglés de McLaren había excedido el límite de pista (fue notorio y se vio claramente en la televisación oficial en vivo) y le quitaron el tiempo. Bien, Oscar Piastri, su compañero en la casa de Woking, se heredó el tercer cajón. El australiano explicaba en la entrevista oficial sus sensaciones tras la clasificación, cuando… “No señor. ¿Pues entonces quién lo tiene?”. Sí, apareció el cartelito: Piastri excedió el límite de pista y su tiempo fue borrado. El momento pareció sacado de una clásica película de comedia de enredos. La encargada de la entrevista, en vivo, le contó la situación. Piastri, con cara de incrédulo, decía: “Bueno, entonces no tengo más el tercer lugar”. Y le dieron vía nomás al joven piloto. ¿Y quién lo tiene?
¡Lewis Hamilton! El inglés, quien había sido el más veloz en la Q2 y que se quedó sin chances de pole al perder su Mercedes en los primeros compases de la última vuelta lanzada de Q3, logró subir de un frustrante quinto lugar a un más que interesante tercero. “¿Yo señor?”. Sí, Gran Moneton, fue para el heptacampeón.
Y también se beneficiaron Fernando Alonso, quien partirá cuarto, y Charles Leclerc, quinto. Piastri cayó al sexto puesto (tenía un tiempo en su primer intento de Q3) y Norris cayó a décimos, sin marcar registros.
Pero todo esto será para el domingo. Porque el segundo día se actividad será la cápsula del sprint, en el que Verstappen podrá sellar su tercera corona. Por lo visto en la clasificación, nadie duda que todo estará definido.
Fuente: ESPN
FOTO: RED BULL