Sábado, 4 de Mayo del 2024 
En el pasado, prevalecía la creencia de que los espacios comunes en los complejos habitacionales debían estar diseñados de forma aislada, destinados a cada miembro de la familia por separado. Sin embargo, en la actualidad, la arquitectura está adoptando un enfoque de diseño con espacios integradores y multifuncionales que promueven la interacción y la unidad familiar.
Siguiendo esta línea, la arquitecta Beatriz Huerta, Gerente de Proyectos en Besco, comparte 5 puntos clave que se deben tener en cuenta para diseñar y construir condominios que fomenten la interacción multigeneracional.
El diseño de espacios integradores y multifuncionales es vital para fomentar la interacción entre generaciones. Huerta resalta que estos entornos mixtos eliminan barreras y permiten que todos participen activamente, desde jóvenes hasta adultos mayores. La clave está en centrarse en mejorar la calidad de vida de todas las generaciones involucradas.
Superar la concepción tradicional de espacios segregados es un reto clave. Huerta destaca la importancia de áreas que involucren a todas las edades, pero sin que queden separados físicamente en espacios aislados. La creación de subáreas con diversas actividades es esencial para lograr un equilibrio generacional. Esto implica crear zonas activas para las actividades físicas como el juego, acompañadas de áreas pasivas para la lectura y conversación de los adultos mayores o los cuidadores.
El diseño adecuado impacta profundamente en la interacción. Beatriz Huerta subraya que las formas, colores y áreas verdes atractivas pueden enriquecer el entorno y motivar a los adultos mayores a involucrarse. Estos espacios no solo fomentan el entretenimiento, sino que también ofrecen oportunidades para compartir momentos significativos con sus seres queridos y conectar con la naturaleza.
Crear áreas que posibiliten la interacción entre adultos mayores y sus familias ofrece ventajas tangibles. Genera recuerdos duraderos entre abuelos y nietos, refuerza los lazos familiares y fomenta la vitalidad en las personas mayores. También promueve la empatía y la comprensión en contextos familiares diversos.
Por otro lado, Huerta recuerda que es obligatorio cumplir con las regulaciones de accesibilidad. Las rampas y barandas aseguran que todos los espacios sean seguros y accesibles. El diseño debe considerar requisitos como el ancho, la altura y la inclinación para garantizar comodidad y seguridad para todos. De acuerdo con la Ley N° 30156 y el Reglamento Nacional de Edificaciones, estas medidas son obligatorias y esenciales para crear entornos inclusivos.
