Lima, 30 de Mayo del 2023.- Tras presentar al mundo la reconstrucción de los rostros de María, madre de Jesús, la Virgen de Guadalupe y la Mona Lisa, el investigador y diseñador, Átila Soares da Costa Filho, posgraduado en Arqueología y Antropología, apela de nuevo a la inteligencia artificial y a conceptos de Antropología para desvelar cómo habría sido uno de los personajes más famosos de la Historia norteamericana: Matoaka (1596-1617). La india pamunkey más conocida por su apodo nativo, “Pocahontas”, se popularizó internacionalmente gracias a la película de animación homónima de Disney de 1995. Más tarde, en 1998, los estudios también harían una secuela, Pocahontas II: Journey to a New World, y está en preproducción una versión de acción real del clásico. Esta vez, la base de los experimentos fue el retrato realizado en 1616 por el grabador holandés Simon de Passe, considerado la fuente superviviente más cercana a la Pocahontas real.
Según Átila, además de algunas herramientas de Inteligencia Artificial y programas de edición de imágenes, se tuvieron en cuenta varias cuestiones históricas y antropológicas – especial atención al pueblo pamunkey – para conseguir un resultado más fiel a lo que proponía el experimento. Una de ellas fue intentar descartar parcialmente el estilo personal de De Passe en la búsqueda del rostro original del personaje: “Cada ilustrador, de forma más o menos consciente, deja su marca personal en la forma de retratar un tema, es su estilo. Esto es positivo en cuanto a la expresión de innovación del artista, pero, por otro lado, su técnica podría aportar cierta disonancia con la supuesta realidad objetiva de la verdadera fisonomía del sujeto retratado”. En un sentido aún más técnico, es notoria la estandarización de los rasgos en toda la obra de De Passe – él mismo nunca fue considerado un gran retratista -, donde destaca la homogeneidad facial de sus modelos. Esto se pone claramente de manifiesto cuando comparamos los retratos de Katherine Manners, Magdalena De Passe (su hermana), el conde Filips de Hohenlohe y Francisca Carr: todos ellos muy parecidos al de su Pocahontas. Añádase el hecho de que el grabado no es en realidad más que una versión holandesa del único retrato perdido de la “princesa” powathan. Y, por último, tampoco hay que ignorar los intentos de europeizar al máximo la imagen de la nativa, bautizada en el Cristianismo como Rebecca Rolfe, y que acabarían por enturbiar sus características ancestrales y étnicas.
La reconstrucción rescata un posible aspecto de Pocahontas a los nueve años (edad considerada así por Meera Baswan, cofundadora de la Indigenous Foundation, Shannon Quinn, de la History Collection, y E.L.Hamilton, del New York Post), cuando se produjeron los hechos que la acercaron al capitán y colono John Smith en Jamestown, Virginia (EE.UU.). Aunque inmortalizada en la literatura y las artes, la ficción tan romantizada y el mito que se ha construido a su alrededor chocan violentamente con la realidad. Lejos del típico cuento de Disney, once años después murió la más notoria de las mujeres indígenas, la hija del jefe y representante del powathan, Pocahontas, la “niña entrometida”, y responsable de algunos acuerdos pacíficos entre colonos y nativos. La causa, se especula, pudo ser una neumonía o tuberculosis.
Átila Soares da Costa Filho es licenciado en Diseño Industrial por la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro y posee estudios de posgrado en Historia, Filosofía, Antropología, Sociología, Historia del Arte, Arqueología y Patrimonio. Autor de 5 libros y varios artículos publicados en más de 100 países, es miembro del comité científico de la Mona Lisa Foundation (Zúrich), de la Fondazione Leonardo da Vinci (Milán) y del Comité Nacional para la Valorización del Patrimonio Histórico, Cultural y Medioambiental (Roma).