A lo largo de los años, se ha tomado más conciencia acerca de la preservación del medio ambiente, así como la de los recursos naturales que como bien sabemos, podrían llegar a escasear en unos años o incluso, dejar de existir. Es así como, por parte de las empresas, en la actualidad existe un creciente interés por crear o emplear estrategias que las hagan verse como empresas socialmente responsables.
Es importante con todos estos cambios e implementaciones, que los ciudadanos estén debidamente informados acerca de algunos temas que finalmente, nos involucran a todos. Dentro de estos están los estudios ambientales, que son fundamentales y beneficiosos tanto para la población, como para las empresas. En esa línea, Luis Andrés Barba, Gerente General de WES, empresa especializada en la consultoría de recursos hídricos y soluciones tecnológicas, nos cuenta mediante una entrevista, qué es un estudio ambiental, en qué consiste y demás.
Un estudio ambiental es una evaluación sistemática y exhaustiva de los factores ambientales que pueden verse afectados por un proyecto o actividad específica. Se llevan a cabo para comprender el impacto potencial de una acción en el medio ambiente y para proporcionar información relevante para la toma de decisiones. El objetivo principal es identificar los posibles efectos negativos o positivos de un proyecto en el entorno y proponer medidas para prevenir, mitigar o compensar los impactos negativos.
Son considerados como requisito legal para el inicio de un proyecto de desarrollo importante como: construcción de infraestructuras, explotación de recursos naturales, implementación de actividades industriales, entre otros.
Los estudios ambientales consisten en una variedad de actividades para recopilar información de un proyecto. Estas actividades contemplan: recopilación de datos científicos, investigaciones de campo, análisis de riesgos, identificación de medidas de mitigación, consultas públicas y participación ciudadana, evaluación económica y social, elaboración de informes y recomendaciones.
Existen varios tipos de estudios ambientales, entre los más comunes se encuentran:
Es importante mencionar que las actividades específicas, así como la selección y alcance de un estudio ambiental pueden variar según el proyecto, la legislación aplicable y los requisitos de las autoridades ambientales correspondientes.
Diversas empresas y sectores requieren realizar estudios ambientales para evaluar y gestionar sus actividades. A continuación mencionamos algunos sectores que requieren dichos estudios: Minería, explotación de petróleo y gas, extracción de recursos naturales, industria, energía, construcción, infraestructura, proyectos residenciales y/o comerciales, transporte, agricultura, entre otros.
Los estudios ambientales sirven para distintos propósitos relacionados con la gestión ambiental y su protección.
Los estudios ambientales pueden proporcionar una serie de beneficios para las comunidades aledañas como: la protección de la salud, la participación comunitaria, la mitigación de impactos negativos, la protección de recursos naturales, el desarrollo económico local y la promoción del desarrollo sostenible. Sin duda, todo ello contribuirá al bienestar de las comunidades.
La frecuencia con la que se debe realizar un estudio ambiental puede variar dependiendo del proyecto, la legislación aplicable y las condiciones locales. No existe un intervalo de tiempo estándar establecido para todos los casos. Sin embargo, algunas pautas generales a considerar son las siguientes:
Es importante destacar que la legislación y las regulaciones ambientales de cada país o región específica pueden establecer requisitos específicos sobre la frecuencia y el alcance de los estudios ambientales para determinados tipos de proyectos. Por lo tanto, es fundamental consultar la normativa aplicable y las autoridades ambientales correspondientes para determinar los requisitos específicos para un proyecto en particular.
Existen varios motivos por los cuales una empresa puede requerir un estudio ambiental. Algunos de los más comunes son: cumplimiento legal, evaluación del impacto, licenciamiento y permisos, gestión de riesgos, mejora de la imagen corporativa, participación y consulta pública, planificación y gestión ambiental.
Cabe destacar que cada caso puede ser único y dependerá del tipo de actividad, la ubicación del proyecto, la legislación aplicable y los requisitos específicos de las autoridades ambientales.
Un estudio ambiental puede abarcar varias normas de la serie ISO 14000, que se centran en la gestión ambiental. Las normas más relevantes para un estudio ambiental son las siguientes:
Estas normas de la serie ISO 14000 son ampliamente reconocidas a nivel internacional y se utilizan como marco para la gestión ambiental en diversas organizaciones. Si una empresa busca obtener certificaciones o implementar un sistema de gestión ambiental, estas normas son relevantes para respaldar un estudio ambiental integral y efectivo.