Lima, 8 de Mayo de 2023.- Según un estudio realizado por IQair, empresa suiza encargada de explorar la Calidad del Aire en las ciudades y en todo el mundo en general, las principales fuentes de contaminación en América Latina y el Caribe han sido los incendios forestales, los vertederos y las operaciones industriales; además 1 de cada 10 personas en América usa combustible que contamina al aire de su vivienda. Durante el 2022 se clasificó a Perú en el puesto número 38, de acumulación de partículas finas en el aire, seguido de Chile, Colombia, entre otros países.
En la actualidad solo el 9.7% de las ciudades de dichos países, cumplen con la directriz de la OMS; dentro de las cuales se encuentran las recomendaciones de mediciones, inventarios, adopción de medidas, estrategias e incluso métodos científicos que pueden ser de gran utilidad para que cada país pueda mejorar la calidad del aire y de esta forma mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Según Bernat Bayón, docente en la Maestría Universitaria en Gestión Ambiental en la VIU (Universidad Internacional de Valencia), la contaminación atmosférica es un factor determinante para la salud de la población, provocando un aumento tanto en la morbilidad (número de personas enfermas) como en la mortalidad (número de muertes). Además del grave impacto que tiene sobre la población y el medio ambiente, también tiene un efecto económico desastroso en cuanto a los costos de tratamiento y pérdida de días de trabajo por bajas médicas o fallecimientos. Está problemática se ha convertido en una preocupación prioritaria que requiere de una acción coordinada y contundente para poder reducir su impacto.
Es por esto, que el experto de VIU, brinda algunas recomendaciones, tanto a las personas como a las empresas para poder ayudar a mitigar está problemática y empezar a reducir desde la prevención algunos escenarios que pueden ser catastróficos en el mundo.
Desde la individualidad cada persona puede:
l Intentar reducir el uso del vehículo particular en favor del transporte público, la bicicleta y el desplazamiento a pie siempre que sea posible. Cuando es necesario el transporte privado, tratar de compartirlo si se puede.
l El consumo de productos también tiene un impacto en la contaminación atmosférica, tanto en su creación como en su transporte, aunque las emisiones no siempre se producen cerca de donde nos encontramos, la atmósfera la compartimos todos en el planeta, por lo que nos afecta por igual. Por este motivo necesitamos que aumente la proporción del consumo local y una reducción de los niveles de consumo generales.
l La reducción de residuos mediante cambios en el consumo, el empaquetado, la recogida selectiva y el reciclaje también tiene un impacto positivo en la calidad del aire por lo que además de la iniciativa personal en cuanto a la adquisición y desechado de productos, es necesaria la presión ciudadana para implementar mejoras en esta dirección.
Por otro lado, las empresas también tienen gran labor y pueden ayudar a contribuir de la siguiente forma:
l Sus emisiones deben estar reguladas y cumplir con la legislación, pero el control continuo es su responsabilidad pues la calidad de vida y salud de muchas personas depende de su adecuada gestión.
l Las empresas tienen la capacidad y la obligación de poner medidas paliativas a la contaminación derivada de su actividad económica. Estas medidas son variadas, puede tratarse de la elección de un combustible como de la instalación de mejores sistemas para eliminar contaminantes o disminuir su concentración.
Esta problemática requiere a su vez profesionales más capacitados para estudiar, solventar y proponer nuevas directrices y métodos para mejorar la calidad del aire, algunas Universidades como la VIU, promueven una enseñanza multidisciplinar que puede ayudar a investigar entre otras cosas, la exposición a los contaminantes, la predicción y monitorización de las concentraciones o los propios contaminantes, a través de programas como la Maestría en Ingeniería y Gestión Ambiental o bien el Pregrado en Física, la Maestría Oficial en Ingeniería Industrial, la Maestría Oficial en Epidemiología y Salud Pública entre otros.