Cuatro datos que debes saber antes de estudiar una carrera de ingeniería y tecnología en Perú

Es innegable que la manera en que funcionan hoy las organizaciones y la demanda de perfiles deseados están profundamente influenciadas por el avance de las tecnologías, ubicando a los profesionales de estos campos entre los más relevantes. En nuestro país, por ejemplo, entre las 10 profesiones más remuneradas figuran las carreras STEM como Ciencia de la Computación e Ingeniería Industrial, según el reciente ranking de “Ponte en Carrera” de Pronabec.

“La medicina, pasando por la gestión empresarial, ambiental y hasta la economía, requieren cada vez más de la tecnología para resolver los desafíos que enfrenta la sociedad actual. En ese sentido, la formación en carreras de ingeniería y tecnología debe contemplar un enfoque integral que abarque altos conocimientos técnicos y también habilidades blandas como la comunicación y el liderazgo”, destaca Julien Noel, director de Experiencia Universitaria de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).

1. No es necesario ser un genio: Suele creerse que hay que tener habilidades excepcionales en matemáticas y ciencias para estudiar una carrera de tecnología o ingeniería, pero no es verdad. Pese a que es necesario contar con una buena base en estas materias, lo que realmente resulta clave es llegar a las aulas con una vocación por la curiosidad y la pasión por aprender.
2. Puedes elegir: Hablar de tecnología es hablar de un amplio campo de aplicaciones, como la programación, el análisis de datos, la seguridad informática y hasta la medicina. Todo depende del tipo de interés y propósito al que quiera apuntar en el futuro el profesional. Lo fundamental es investigar y explorar esas alternativas para hallar la carrera que mejor se adapte a los intereses y habilidades.

3. Estudiarás antes y después de la universidad: Ser profesional en tecnología e ingeniería requiere de un compromiso con la actualización continua, pues se trata de profesiones en constante cambio. La carrera no termina al egresar; por el contrario, es el inicio de un largo viaje marcado por el aprendizaje continuo.
4. Cultiva habilidades blandas: Pese a que el aspecto técnico es muy valorado en este tipo de profesionales, las habilidades blandas, como la capacidad de trabajar en equipo, la comunicación efectiva, la resolución de problemas y la capacidad de adaptación al cambio, también se están volviendo fundamentales para los reclutadores de talento. Por ello, es conveniente buscar aquellas ofertas académicas que incluyan estos elementos como parte de una propuesta integral.