Cinco estrategias que acercan la filosofía a los niños para desarrollar su capacidad de reflexión y solución de problemas
Publicado el 26/04/23
Los niños y niñas nacen con una curiosidad innata por aprender y descubrir el mundo que los rodea. A medida que crecen, necesitan comprender y fortalecer sus opiniones, a fin de poder distinguir entre los hechos y las creencias. De acuerdo con los especialistas de Ediciones Corefo, la enseñanza de la filosofía en la educación primaria puede contribuir al desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y creativo, así como a una mayor capacidad para resolver problemas complejos.
Para acercar la filosofía a los más pequeños, existen diversas recomendaciones y estrategias que pueden utilizarse en el aula o en casa. A continuación, Ediciones Corefo brinda cinco de ellas:
- Lectura de cuentos y fábulas filosóficas. Los cuentos son una herramienta útil para introducir preguntas filosóficas y ayudar a los niños a reflexionar sobre temas como la justicia, libertad, igualdad y amistad, entre otros.
- Juegos de pensamiento crítico. Las actividades que fomentan el pensamiento crítico y la argumentación, como los juegos de roles o de mesa, pueden ser una forma divertida de desarrollar habilidades filosóficas en los niños.
- Conversaciones y debates. Las conversaciones y debates sobre temas relevantes para los niños, como la convivencia, el medio ambiente o la tecnología, pueden ayudar a los pequeños a reflexionar sobre sus valores y creencias, y a desarrollar habilidades de diálogo y argumentación.
- Filosofía para niños. El programa “Filosofía para niños”, desarrollado por el filósofo estadounidense Matthew Lipman, es una metodología que busca fomentar el pensamiento crítico y creativo de los niños a través de la lectura de cuentos y la realización de diálogos filosóficos.
- Reflexión ética. Fomentar la reflexión ética desde la infancia puede ayudar a los niños a desarrollar su capacidad para tomar decisiones éticas y responsables en su vida cotidiana. Para esto, se pueden utilizar situaciones cotidianas para reflexionar sobre dilemas éticos y promover el diálogo y la argumentación.
En conclusión, promover la filosofía desde la infancia puede tener numerosos beneficios en el desarrollo cognitivo, emocional y social. Fomentar la reflexión ética y crítica desde temprana edad puede ayudarles a comprender el mundo que los rodea, a tomar decisiones informadas y responsables, a comunicar de manera efectiva sus ideas y opiniones y a trabajar colaborativamente en la resolución de problemas complejos.