Viernes, 27 de Diciembre del 2024
El Ministerio de Cultura, a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco, restauró el mapa del Perú de 1862, elaborado por el historiador y geógrafo arequipeño Mariano Felipe Paz Soldán y Ureta, por encargo del presidente de la República, Ramón Castilla y Marquesado, documento histórico que muestra los cambios territoriales que se han producido en el país a lo largo del tiempo, y constituye una fuente valiosa de información sobre la riqueza natural, cultural y patrimonial del Perú.
El mapa del Perú dibujado en litografía por el historiador Mariano Felipe Paz-Soldán, constituiría el primer plano completo del Perú republicano, que detalla la demarcación de las circunscripciones administrativas; además de unas viñetas que representaban monumentos históricos, vistas de ciudades y caracteres alegóricas de la flora y fauna nacionales con su correspondiente ubicación dentro del territorio peruano.
Mariano Paz – Soldán habría elaborado este primer mapa en la ciudad de París, en Francia, y tiene una dimensión de 1.21 metro de ancho por 1.68 m de largo. Cabe indicar que, en 1867, Paz- Soldán editó su obra magna: “Atlas geográfico del Perú”, en cuyas páginas, se encuentra la excepcional impresión litográfica.
El mapa del Perú de 1862 fue devuelto al Archivo Regional del Cusco en una emotiva ceremonia donde la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco y su Centro de Restauración de Tipón, presentaron un total de 113 bienes culturales muebles de templos de la región y el Museo Histórico Regional, que fueron restaurados por un equipo multidisciplinario de profesionales, especialistas y técnicos de la entidad cultural.
Lienzos, esculturas y otros bienes devueltos
Entre los bienes entregados figuran 58 lienzos, 26 esculturas,10 marcos dorados, 16 mobiliarios, un frontal dorado y plateado, un sagrario dorado y el mapa del Perú de 1862 íntegramente conservados y puestos en valor.
Es así que se devolvieron seis lienzos restaurados al templo Salvador del Mundo del distrito de San Salvador, provincia de Calca; ocho pinturas de caballete, diez marcos dorados y un sagrario dorado, frontal dorado y plateado al templo de Pampacucho, de la provincia de Paruro; tres pinturas al templo de San Miguel Arcángel del distrito de Pitumarca, provincia de Canchis; seis lienzos a la capilla Santa Rosa de la comunidad de Choquepata – Oropesa; un lienzo al templo de San Sebastián en Cusco y 34 pinturas de caballete que pertenecen al Museo Histórico Regional.
Asimismo, se entregó cuatro esculturas restauradas al templo de la provincia de Paruro, diez al templo de Quepo, distrito de Colcha, Paruro; seis esculturas al templo de Incacona Tandar Qosqo en Paruro; tres al templo parroquial de Oropesa, uno al templo de Acomayo y dos esculturas y 16 mobiliarios al Museo Histórico Regional.
Entre las obras de arte restauradas, destaca el lienzo de gran formato del templo de San Sebastián, siniestrado en setiembre del 2016. Se trata de un lienzo de alto valor artístico de autoría de Diego Quispe Tito, considerado uno de los artistas más renombrados y representativos de la Escuela Cusqueña.
Resaltan también, seis pinturas de caballete de gran formato del templo Salvador del Mundo del distrito de San Salvador, provincia de Calca. Estas obras de arte datan de 1699 y llevan la rúbrica del pintor español Marcos Rivera.
El jefe del Área Funcional de Obras y Puesta en Valor de Bienes Muebles, Edson Latorre Sotomayor, detalló que las obras de arte fueron sometidas a un riguroso proceso de investigación, evaluación, diagnóstico y restauración para recuperar y renovar la estabilidad estructural de las piezas artístico culturales intervenidas, siguiendo las pautas establecidas en documentos y normas internacionales.
Por su parte, la directora de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, Maritza Rosa Candia, durante la presentación de este valioso patrimonio artístico cultural, felicitó a los profesionales y especialistas del centro de restauración por la labor cumplida e invocó a las autoridades religiosas y municipales a no escatimar esfuerzos para proteger y conservar estas piezas que constituyen patrimonio cultural de la Nación.
