La desaparición y deterioro de los ecosistemas es una de las principales problemáticas ambientales que ha logrado expandirse en todo el mundo. Lamentablemente, la contaminación generada por la población y las empresas ha ocasionado que diferentes espacios naturales estén expuestos a este terrible escenario, como es el caso de los humedales.
Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este tipo de ecosistema es el más amenazado a nivel mundial, desapareciendo tres veces más rápido que los bosques. Para Miguel Carrera, docente de la Escuela de Posgrado Wiener, las actividades contaminantes que afectan la integridad de los humedales, son principalmente las que se vinculan a la descarga de aguas residuales domésticas, arrojo de residuos sólidos, cambio de uso de suelo y la minería ilegal.
“Lamentablemente, en nuestro país, las actividades antrópicas (actividades producidas o desarrolladas por el hombre) han generado que a la fecha estos importantes espacios se vean afectados gravemente en sus características estructurales y funcionales, por lo que resulta de vital importancia velar por su conservación”, precisa el especialista.
Lo que pocos saben es que los humedales son una fuente para desarrollo de la diversidad biológica (flora y fauna), ya que sirven como zona de amortiguamiento de las inundaciones, mitigación y adaptación al cambio climático, abastecimiento de agua, valores culturales, estabilización de espacios, esparcimiento y recreación, entre otros servicios ecosistémicos.
Por ello, en el marco del Día Mundial de los Humedales, el especialista recomienda cinco consejos clave para proteger y conservar estas vitales áreas naturales.
Asimismo, Miguel Carrera, sostiene que el papel de las autoridades de competencia sectorial es fundamental para lograr un verdadero cambio, pues ellos son los que están directamente involucrados en el desarrollo de planes estratégicos que permitan la conservación de estos importantes espacios, así como de medidas para contrarrestar, prevenir y recuperar áreas afectadas por actividades antrópicas que ponen en riesgo el equilibrio funcional de los humedales y la contribución de estos espacios a la mejora de la calidad de vida en el planeta.