Cómo y por qué pasarse a la alimentación plant-based
Las dietas basadas en plantas han sido adoptadas por muchos desde hace décadas. Sus beneficios, tanto para la salud y el bolsillo como para el medio ambiente, son destacables y han animado a las personas a adoptar este estilo de vida hasta nuestros días. Hoy es muy fácil encontrar en internet recetas sencillas (o muy elaboradas) de platos vegetarianos, por lo que más que nunca es una tendencia de alimentación en distintas partes del mundo.
Si quieres incursionar en este modo de comer y no sabes por dónde comenzar o cuáles son sus principales ventajas, a continuación, te ofrecemos toda la información que necesitas, junto con el acceso a las mejores tragamonedas en línea del mercado reunidas en Vegas casino.
Las dietas plant-based o plant-forward priorizan la ingesta de productos de origen vegetal por sobre los de origen animal, pero es más que eso. Alimentarse a base de plantas significa reducir al mínimo las comidas procesadas y altamente manipuladas por industrias, en favor de consumir alimentos frescos y con un mínimo de procesamiento como es el caso de las frutas, verduras, legumbres, granos enteros, cereales, semillas y frutos secos.
Aunque son términos relacionados, las dietas basadas en plantas no son lo mismo que el vegetarianismo o el veganismo. Se aboga por reducir los productos de origen animal, pero no necesariamente deben ser eliminados por completo, si no se desea. La dieta mediterránea, que incluye ocasionalmente pescados y mariscos, puede ser un ejemplo de alimentación plant-based, así como las dietas semi-vegetarianas, pescetariana u ovo lácteo vegetarianas.
La idea principal es incluir más alimentos vegetales y crudos, y evitar no solo las carnes sino principalmente los productos industrializados como la azúcar refinada, las harinas blancas, los aceites altamente procesados, los colorantes y saborizantes artificiales, los alimentos modificados genéticamente y todos aquellos platos que contengan estos elementos.
La mayoría de quienes comen basado en plantas lo denominan un estilo de vida, más que una simple dieta, dado que incide no solo en el beneficio propio, sino que implica un cambio en el modo en cómo nos relacionamos y comprendemos nuestro entorno. Los motivos que conducen a cada vez más personas a decantarse por esta alimentación incluyen los siguientes:
Es bien sabido que una alimentación adecuada es la base para mantenernos saludables. Las dietas basadas en plantas reducen la ingesta de alimentos dañinos para el organismo como las azúcares y harinas refinadas, con lo cual se combaten patologías como la diabetes, la obesidad, la hipertensión, el colesterol alto, el cáncer, las enfermedades cardíacas, la depresión y muchas otras.
Los vegetales y plantas son ricos en antioxidantes y vitaminas y es posible balancearlos adecuadamente para que brinden toda la nutrición que necesitamos en el día a día. Por ello, es un estilo de vida favorable a cualquier edad y en cualquier condición.
Producir, almacenar y preparar alimentos de origen vegetal requiere menor consumo de energía y agua que los de origen animal o procesados. La industria ganadera es responsable de gran parte de la deforestación de bosques y espacios agrestes en el mundo, originando sequías y contaminación en el aire.
Y, en promedio, para llevar al mercado 1 kilo de proteína animal se requieren 100 veces más agua que la misma cantidad de proteína vegetal. Por otro lado, muchos vegetales, como es el caso de los cereales, semillas y granos enteros, no ameritan refrigeración, con lo que se ahorra energía eléctrica en centros de almacenamiento, supermercados y hogares.
Entre las razones de peso para adoptar este modo de vida está la ética y el rechazo a la crueldad animal. Al disminuir la demanda de carnes y productos de origen animal, se deja de contribuir con mataderos y granjas en donde los animales viven y mueren en condiciones terribles: confinamiento extremo, mutilación y dolor. Además, se previene el daño a la vida silvestre y marítima que ocasionan prácticas como la deforestación y la pesca industrializada. Quienes comen basado en plantas e incluyen ocasionalmente alimentos de origen animal, como huevos y carnes, se aseguran de que estos tengan la etiqueta sin jaulas o humanitario.
Quizá pienses que es difícil o costoso comenzar con una alimentación plant-based. Nada más lejos de la realidad, con pequeños cambios puedes adentrarte en este mundo y te gustará saber que puede ser mucho más económico que comprar alimentos procesados o proteína animal (también contribuyes con la producción local y los agricultores).