Son los ubicados en las regiones de Apurímac, Arequipa, Puno, Cusco y Ayacucho
Lima, 15 de Diciembre del 2022.- El vandalismo protagonizado por grupos de desconocidos ha obligado a cerrar Aeropuertos en las regiones de Apurímac, Arequipa, Puno, Cusco y Ayacucho, para garantizar la integridad de los pasajeros y de los trabajadores, pues algunos ya han sido blanco de ataques.
El primer aeropuerto que suspendió sus operaciones fue el de Andahuaylas (Apurímac), ya que vándalos dañaron seriamente la pista de aterrizaje y equipos indispensables para brindar los servicios de navegación aérea. Además, incendiaron la sala de transmisores y la sala de combustible, y cercaron amenazantes el terminal aéreo.
Otro aeropuerto que se mantiene cerrado es el Alfredo Rodríguez Ballón de la ciudad de Arequipa por las graves afectaciones en su infraestructura, como la destrucción del cerco perimétrico, la señalética de seguridad y la remoción de parte de los bordes de la pista de aterrizaje, entre otros daños. Los revoltosos quemaron llantas en su interior.
La situación es similar en el Aeropuerto Internacional Teniente Alejandro Velasco Astete del Cusco. Los agitadores hicieron forados en sus instalaciones e intentaron ingresar violentamente, por lo que se dispuso su cierre hasta hoy jueves 15 de diciembre, a las 23:59 horas.
El aeropuerto Inca Manco Cápac, ubicado en la ciudad de Juliaca, región Puno, también está inoperativo desde ayer por los ataques de los manifestantes que pretendieron tomarlo y dañaron el cerco perimétrico.
Aeropuertos Andinos del Perú (AAP) informó anoche del cierre del aeropuerto Alfredo Mendívil Duarte de la ciudad de Ayacucho, desde las 00:00 horas del jueves 15 de diciembre, para poner a buen recaudo su infraestructura.
Las Fuerzas Armadas advirtieron que un grupo de manifestantes buscan irrumpir en el terminal aéreo, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros, personal y toda la comunidad aeroportuaria.
La suspensión de las operaciones en los citados aeropuertos —que están fuertemente resguardados por la Policía Nacional— perjudica a los pasajeros que deben reprogramar sus vuelos y postergar su llegada a su destino final aunque tengan alguna emergencia. A la par las pérdidas económicas en el sector turismo siguen en aumento.