La Diabetes Gestacional incrementa el riesgo de sufrir serias complicaciones durante el Embarazo. Un diagnóstico precoz es clave para que tanto la madre como el bebé no corran riesgos. El doctor Jesús Rocca, endocrinólogo de la Clínica Ricardo Palma, brinda algunas recomendaciones al respecto.
¿Qué es?
La DG es cuando la glucosa se eleva durante el embarazo. Puede involucrar a una diabética diagnosticada o a una mujer que por primera vez presenta un cuadro de hiperglicemia. En este caso, usualmente se produce en el segundo o tercer trimestre de la gestación. Por ello, es muy importante que la futura mamá acuda a sus controles mensuales.
Factores de riesgo
Antecedentes familiares de diabetes (papá, mamá o hermano), mujer que ya tuvo un hijo que nació con más de 4 kilos, niveles de glucosa elevada previo a la gestación, obesidad, hipertensión, hígado graso o triglicéridos altos son los factores de riesgo más frecuentes. Se recomienda que este grupo de embarazadas se realicen una prueba de tolerancia a la glucosa aproximadamente dentro de la semana 20 a 24 de la gestación, a fin de obtener un diagnóstico precoz de DG.
Prevención
Para llegar en el mejor estado a la concepción, se aconseja llevar un estilo de vida saludable, practicar ejercicios con regularidad, tener un peso adecuado, planificar el embarazo, visitar al ginecólogo y realizarse una serie de exámenes, entre ellos el de glucosa. Si la paciente está con sobrepeso u obesidad, lo mejor es que baje esos kilos extra antes de la gestación y visite al endocrinólogo. Durante todo el embarazo, debe chequearse la glucosa y acudir a sus controles con el endocrinólogo para identificar en forma precoz cualquier nivel anormal de azúcar en sangre.
Tratamiento
Si se presenta DG hay que hacer un cambio importante en la alimentación. Éste debe ser supervisado por una nutricionista para garantizar el correcto desarrollo del bebé. Por lo general, se recomienda reducir el consumo de azúcar y de alimentos que la contengan e incrementar la ingesta de vegetales. De igual forma, se debe modificar el consumo de carbohidratos: evitar los que tienen alto índice glicémico y cambiarlos por aquellos de absorción lenta. Si estas modificaciones no son suficientes, entonces el endocrinólogo prescribirá un tratamiento, siempre chequeando los niveles de glucosa y de hemoglobina glicosilada.
Complicaciones
Puede afectar tanto a la madre como al bebé. En el primer escenario, puede ser que el niño crezca mucho y sea necesario realizar una cesárea para el alumbramiento (acto quirúrgico que implica riesgos para la mamá), parto pretérmino o post término, de ruptura prematura de placenta, cuadros de hipertensión, entre otras complicaciones. En cuanto al neonato, aparte de macrosomía fetal (bebé con mucho peso) es frecuente que presente hipoglicemia (nivel de azúcar en sangre cae después del nacimiento) y mayor riesgo de sufrir infecciones. Condiciones que deben ser valoradas por el ginecólogo, pediatra y neonatólogo en el parto y postparto.
¿Se cura?
Cuando la DG es propia de una persona diabética después del parto va a seguir con niveles elevados de glucosa y debe seguir con su tratamiento para evitar cuadros que pongan en riesgo su salud. Cuando aparece durante la gestación, por lo general la hiperglicemia cede (porque las hormonas placentarias responsables de inducir a la resistencia a la insulina son expulsadas al dar a luz). Sin embargo, la recomendación es que la mamá adquiera un estilo de vida saludable; ya que tiene mayor riesgo de desarrollar diabetes en el futuro. Por ello, se recomienda que al mes del alumbramiento, se haga una prueba de tolerancia a la glucosa, luego a los 6 meses y después cada año. Es importante realizar una reevaluación permanente.
Siga una dieta balanceada, mantenga un peso adecuado y practique ejercicios con regularidad para tener un embarazo saludable: reduzca el riesgo de desarrollar diabetes gestacional.