Domingo, 17 de Noviembre del 2024
El Presidente de la Asociación de Comerciantes de la Playa Chacra y Mar, Bruno Magno Jesús Quiñones solicitó a las autoridades que autoricen la reapertura de las la playa Chacra y Mar, la misma que se encuentra paralizada desde enero pasado debido al derrame de petróleo de Repsol.
Son 22 asociados emprendedores y comerciantes de la zona desde hace muchos años, ya está próxima a iniciar la temporada de verano y comienzan las visitas de los turistas a la zona de la playa. Existe preocupación por la falta de respuesta de las autoridades.
La actividad económica principal es la venta de comida y bebidas, urge tener una respuesta para empezar con los trámites municipales y ordenamiento de los restaurantes. Hay disponibilidad para trabajar en conjunto con la Municipalidad y colocar carteles, letreros, o enmallado hasta que se dé la viabilidad total a la playa.
El bono de Repsol es insuficiente
Quiñones indicó que, si bien es cierto reciben bonos mensuales de la empresa Repsol por la afectación ocasionada, estos no cubren lo que ellos perciben por su actividad habitual lo que está ocasionando una difícil situación para las familias que viven del comercio en la playa. ‘’Viene la temporada de verano donde hay mayor venta, ya tenemos turistas que vienen a la playa, sin embargo nosotros no podemos abrir nuestros negocios para atenderlos’’, señaló.
A nombre de la asociación, realizó un llamado a la municipalidad y al Gobierno Central para concluir con la autorización oficial que corresponde para que puedan reactivar sus empleos.
El OEFA en su último informe ha señalado que la Playa Chacra y Mar aún se encuentra con presencia de hidrocarburos. Sin embargo, en una reunión informativa con dicha institución, se indicó que no son ellos quienes deciden el cierre de una playa, sino el gobierno local en coordinación con la DIGESA.
Nosotros somos comerciantes formales, esperamos la respuesta a la Municipalidad Distrital de Aucallama para volver a trabajar. Actualmente nos indigna mucho que la playa esté abandonada, el área de comercio está a 150 metros de la orilla del mar y nuestra preocupación es dar hospitalidad a los turistas.
