Lima, 30 de Octubre del 2022.-Futbolistas como Claudio Pizarro (44), Paolo Guerrero (38), Jefferson Farfán (38), y en la actualidad Renato Tapia (27), han entreabierto a sus compatriotas las puertas de las mayores competiciones de Europa. No obstante, incluso hoy, y aunque se haya progresado, es difícil encontrar jugadores incaicos en las cinco grandes ligas. ¿Es, acaso, porque no se confía en su capacidad intrínseca o temple profesional? No parecería, pues, para alborozo de los clubes de la élite, sí hay ejemplos como el de Matteo Pérez en el FC Bayern München U19 o el de Fabio Gruber en el FC Augsburg II, que, si bien son europeos, tienen raíces peruanas. Parecería, entonces, que la respuesta se divide en dos certezas: I- Se prefiere apostar por jugadores latinoamericanos de países más tradicionales como Argentina, Brasil y Uruguay, que, además, suelen coincidir con la posesión de pasaportes de la Unión Europea. II- El paso de la liga peruana, debido a su estancamiento, a una tan estelar es muy drástico y vertiginoso. Sin embargo, hay clubes de ligas europeas menores que empiezan a apostar por el talento local, a los que puedes apoyar en https://www.telecomasia.net/es/apuestas-deportivas/casas-de-apuestas/betsson/. A continuación, enumeramos las trayectorias de algunos jugadores en estos paraderos incipientes:
Oliver Sonne (Silkeborg IF, Dinamarca)
Si se escucha –no habla español –o se observa a este blondo jugador de veintiún años, no parecería coincidir con el tipo latinoamericano. Oliver, de abuela peruana, que compagina su carrera deportiva con el modelaje, se ha contactado con la Federación Peruana para ofrecerse a comprobar su ascendencia y unirse a la causa de defender a la selección en el proceso clasificatorio de 2026. Con su 1,84 m es un lateral fornido y mixto, que juega como titular indiscutido en el flanco derecho de la defensa y prima en él la capacidad para incidir en las arremetidas ofensivas del equipo. Esta temporada se ha destacado tanto en la Conference League, como en la Superligaen danesa, en la que ha asistido en varios goles.
Sergio Peña (Malmö FF, Suecia)
Sergio Peña, de veintisiete años, debutó en la selección durante 2016, en las Eliminatorias para el Mundial de Rusia, y aunque no haya conseguido integrar la delegación final, a la fecha se ha vuelto una cita recurrente. Procedente de Alianza Lima, arribó a las categorías inferiores del Granada, y tras un paso intrascendente por el Tondela de Portugal, decidió criteriosamente dar un paso atrás necesario e irse al FC Emmem de Holanda, en el que desempeñó dos muy buenas temporadas, y del que se marchó debido al descenso del club, pese a su destacado rendimiento particular. Llegó a Suecia en 2021, y contribuyó de inmediato tanto en la obtención liguera de la Allsvenskan, como en la de la Copa de Suecia. Peña es un ejemplo de que, a veces, es mejor formar parte de la cabeza de león de una liga menor que de la cola de ratón de una mayor.
Didier La Torre (Gil Vicente, Portugal)
Al igual que Sergio Peña, La Torre también integró el plantel del FC Emmem, club que mantiene en sus filas a Fernando Pacheco y Gonzalo Sánchez, circunstancia peculiar si se sopesan los muy escasos minutos que disputan. Este habilidoso extremo limeño no ha conseguido aún la continuidad necesaria para desplegar su juego, y luego de un insípido préstamo al NK Osijek II, filial croata hoy disuelta, recaló en los “Gallos” con la esperanza de revertir este suplicio nómade de ausencia de minutos. Las esperanzadoras palabras del exdirector deportivo del club, Tiago Lenho, auspician un mejor desenlace allí, del futbolista que, mientras juega en el Gil Vicente J23, de la Liga Revelação Sub-23, sueña con su continuidad.
Kluiverth Aguilar (Lommel S. K., Bélgica)
A casi ningún jugador peruano le llega la oportunidad que se le presentó a Aguilar cuando, en 2020, fue comprado por el City Group, y enviado a la institución belga que, como muchos otros clubes, actúa como apéndice del Manchester City. Es muy difícil pensar que, a sus diecinueve años, pueda alcanzar el sueño de Premier League, pero pertenecer a esta franquicia es una vitrina para que a este lateral derecho se le pueda abrir puertas en otras ligas modestas pero formativas de Europa. En la actual Challenger Pro League 22/23 no ha dispuesto de minutos. El que alguna vez fue el traspaso más costoso de la historia del fútbol peruano debe enderezar su rumbo en el viejo continente.
Marcos López (Feyenoord, Holanda)
El futbolista con la trayectoria más pulcra hasta la fecha, y que ratifica la necesidad imperiosa de transitar por destinos intermedios antes de aventurarse a irse a Europa. Parecería que, debido a la precariedad de la liga peruana, Brasil, México o, como es su caso, Estados Unidos, son paraderos en los que puede blindarse al deportista a la par que se lo profesionaliza. López empezó en la Universidad de San Martín, pero la temporada en la que despuntó para los scouts del norte del continente fue la de 2018, ya en el Sporting Cristal campeón. Su siguiente reto fue con San Jose Earthquakes, para llegar en el último período de pases al grande de la Eredivisie. Mientras se consolida en Europa, continúa sumando minutos y volviéndose más relevante en la selección nacional.
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