Lima, 19 de Agosto del 2022.- Durante el Foro Sub Regional por una respuesta eficaz al VIH, diferenciada, humanizada e integral en la Región Andina, panel de discusión organizado por la Red Latinoamericana de Personas con VIH y la Oficina multipaís de ONUSIDA para los Países Andinos, se reveló que, de no haber un cambio en la estrategia, para el 2025 se triplicarían los contagios de VIH a nivel mundial – más de 1.2 millones por año – y se producirían 460 mil muertes relacionadas al SIDA.
Con respecto a la región Andina, la problemática se incrementa debido a que el estigma, la discriminación, la violencia de género y la xenofobia no permiten lograr una disminución en los nuevos casos de infecciones de VIH y muertes relacionadas al SIDA, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos por hacer el tratamiento más accesible. En este contexto, durante el foro se planteó la necesidad de trabajar en una estrategia a nivel multisectorial, en donde no solo participen organizaciones de salud, sino también entes de justicia, educación y defensa de derechos humanos.
Asimismo, se enfatizó en la importancia de identificar las barreras que enfrentan las personas con VIH en materia de derechos humanos, para promover políticas públicas que permitan establecer una respuesta integral para el progreso hacia la eliminación de las desigualdades y el SIDA.
“La tendencia de infecciones de VIH en América Latina continúa en aumento, en la última década los casos en la región han subido un 5% hasta alcanzar los 2,2 millones de personas contagiadas en 2021, por lo que nos hemos trazado una estrategia global la cual busca involucrar a todos los países y comunidades a fin de erradicar esta enfermedad antes de 2030”, afirma Guiselly Flores, Secretaria de la Red Latinoamericana de personas con VIH.
Según lo planteado en los paneles de discusión, muchos de los países de la región, incluido el Perú, poseen sistemas débiles de atención; sin embargo, con la implementación de la estrategia global se brindará el soporte necesario para combatir esta problemática. De esta manera, se brindará una mejor atención a los pacientes, poniéndolos en el centro para asegurarse de que se beneficien de estándares óptimos en planificación y suministro de servicios.
“Desde la llegada del VIH, hace más de 4 décadas, se ha percibido una desigualdad sanitaria, afectando a poblaciones clave de forma desproporcionada. En esa línea, existen algunas determinantes como, la educación, ocupación, ingresos, hogar y comunidad pues, cuanto más bajo sea el estatus social y económico de una persona, mayor es la posibilidad de que la atención sea mala”, agrega Flores.
De acuerdo con Edgardo Rodríguez, vocero del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, aún persiste la estigmatización y discriminación lo que origina una de las barreras más grandes para generar el cambio. “En el 2019 realizamos una encuesta la cual arrojó que existen grupos poblacionales discriminados. El 71% afirma que son los homosexuales, trans y bisexuales mientras que el 70% reconoce que son las personas con VIH o SIDA”, indica.
Por su parte, el Dr. Carlos Benites, Director de Prevención y Control de VIH-SIDA, Enfermedades de Transmisión Sexual y Hepatitis del Ministerio de Salud, señala que uno de los retos y desafíos que debe afrontar el país es la actualización del marco legal frente a las ETS, VIH/SIDA, así como fortalecer e integrar los servicios del primer nivel de atención. Asimismo, indica la importancia de la incorporación de nuevas estrategias para reducir las brechas en acceso al tamizaje, así como continuar trabajando frente al estigma y discriminación en todo nivel.
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