Le Castellet, 24 de Julio del 2022.-Para ganar un Mundial de F1 tienes que rozar la perfección. Lo sabe Red Bull después de lograr lo que parecía imposible el año pasado con Verstappen batiendo al todo poderoso Lewis Hamilton. Lo lograron rozando la excelencia en momentos de máxima presión. Aquel título de Max bien pudo ser una obra de arte que exponer en el Louvre. Algo digno de admirar pese al polémico final. Un ejemplo. Ferrari sabía que si quería batir este año al Red Bull de Max Verstappen, al margen de tener un coche rapidísimo no podía permitirse errores ante un equipo tan preparado a todos los niveles. Y ahí es donde los italianos están haciendo añicos su sueño, como sucedió una vez más, en un GP de Francia que terminó con Max Verstappen ganando y Leclerc contra el muro.
Max Verstappen conquistó este domingo su victoria número 27 en la F1, la 7ª en 12 carreras esta temporada y es mucho más líder del Mundial después de ver como Charles Leclerc sumaba otro cero con una gran duda en el aire: ¿Fue fallo de Leclerc o del coche? El monegasco parecía culpar de su accidente a un posible problema de fiabilidad del pedal del acelerador. Y luego de la carrera asumió la culpa de lo ocurrido: “Fue un error. Si cometo estos errores no merezco ganar el Mundial”. La prensa italiana pedía el liderazgo de Leclerc en el equipo hace varias carreras. Y a la primera, su estrella se estrelló.
Otro drama ferrarista, otro drama para Charles, que a base de errores del equipo, y esta vez posiblemente suyo, está alejándose de su tan ansiado cetro.Llegaba a Paul Ricard a 38 puntos de Verstappen y se marcha de Le Castellet a casi el doble a casi el doble a 63, un golpe definitivo o casi.
Charles-Verstappen, duelo previo al accidente
La carrera estaba perfecta. Se cocía a fuego lento una batalla de las deseadas por los aficionados. Un Leclerc-Verstappen que pintaba muy bien. Charles defendió bien su posición de pole. Sabía que Red Bull debía ser favorito por su teórica mejor degradación en esta pista. Pero con el tremendo calor que golpeaba en pista (casi 60 grados en el asfalto) y el viento cambiante, podía suceder de todo. Leclerc estaba dispuesto a pelear. Se defendió ante un Max con mejor ritmo que no tardó en alcanzarle. El monegasco estaba cerrando todas las puertas y Verstappen no tenía suficiente con su mejor punta.
Fuente : Mundo Deportivo
Foto : AP