En cuanto a la comercialización de vehículos pesados, sus resultados fueron positivos en abril pasado. Así, la venta de camiones y tractocamiones sumó 1,162 unidades en el mes analizado, superando en 5.4% al registrado en abril de 2021, mientras que en el periodo enero-abril del 2022 se comercializaron 5,150 unidades, cifra mayor en 3.9% a tasa anual. “El incremento de dicho segmento responde a la recuperación registrada por la mayoría de los sectores económicos, especialmente aquellos que demandan el transporte de bienes, insumos y mercancías, como la construcción, minería, agroindustria, comercio al por mayor, entre otros”, refirió el representante gremial.
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En tanto, los minibús y ómnibus con 181 unidades vendidas en abril de 2022 mostraron un aumento de 88.5% en comparación con similar mes del año anterior. Del mismo modo, en el primer cuatrimestre del año se vendieron 889 unidades, lo que significó un crecimiento de 38% a nivel interanual. “Este significativo crecimiento fue influenciado por la decisión del Gobierno de retirar restricciones por la pandemia. Esto ha permitido que las personas retomen algunas actividades que no venían funcionando en su totalidad” señaló Morisaki al agregar que sectores como el turismo, entretenimiento, hoteles y restaurantes han aumentado su dinamismo por la mayor afluencia de personas, lo que a su vez impactó positivamente en el sector transporte, que se encarga de su movilización. Igualmente, dijo, el retorno a las actividades presenciales (educativas, laborales, entre otras) también le ha dado un impulso adicional a la adquisición de buses y minibuses, para poder satisfacer la mayor demanda por los servicios de transporte.
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Por último, la venta de vehículos menores (motos y trimotos) llegó a 29,183 unidades en abril último, cifra menor en 21.1% en comparación con similar mes del 2021; mientras que, en los primeros cuatro meses, sus ventas se situaron en 128,247 unidades, retrocediendo en 9% frente a igual periodo un año atrás. Si desagregamos el referido segmento, observamos que la venta de motos sumó 20,082 unidades y cayó en 21.9% anual, mientras que el primer cuatrimestre se comercializaron 89,451 unidades, 4.5% por debajo de lo obtenido en el 2021. “Este descenso se explicaría por una corrección del mercado, ya que con la pandemia se presentó un fuerte crecimiento (cerca del 50% en el 2021), debido a que fueron utilizadas como herramientas de trabajo y/o medio de transporte, sin embargo; ante el proceso de normalización de actividades como restaurantes, la eliminación de las restricciones de aforo en el transporte urbano, y el importante porcentaje de la población mayor a 5 años vacunada con ambas dosis (más del 80%), han menguando la adquisición de medios alternativos para movilizarse”, anotó Morisaki.
De otro lado, se vendieron 9,101 de trimotos en abril, evidenciando una caída anual de 19.5%; en tanto que en los primeros cuatro meses del 2022 se vendieron 38,796 unidades, descendiendo en 17.9% en comparación con igual periodo del año anterior. El comportamiento de la venta de estas unidades también siguió la misma línea que el de las motos, en donde la demanda viene mostrando una corrección tras el significativo aumento del 2021.
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Es importante señalar que la venta de vehículos nuevos en abril último estuvo influenciada por menos días laborables debido a la semana santa y por el día de inamovilidad decretado por el Gobierno. “En la AAP esperamos que la comercialización de vehículos se modere, en línea con los acontecimientos actuales y las expectativas de lo que pueda acontecer con la economía en los siguientes meses”, indicó Morisaki, tras explicar que, “se observa una recuperación de diversos indicadores del mercado laboral, tanto en el nivel de empleo como de ingresos, por la reactivación de algunos sectores que venían rezagados, especialmente de servicios (turismo, hotelería, entretenimiento, etc.) lo que estaría impulsando el consumo privado de las familias. A lo que se sumaría el retiro de fondos de las AFP. Lo que daría un impulso adicional al consumo, entre ellos de bienes duraderos como vehículos”.
Sin embargo, dijo, el aumento de la inflación, acelerada por la guerra entre Rusia y Ucrania, lo tardía y poco eficaz de las medidas adoptadas por el Gobierno para enfrentar dicho problema, han reducido la capacidad adquisitiva de las familias. Asimismo, la incertidumbre generada por las discutibles decisiones del Gobierno, así como por la constante confrontación con el Legislativo, han provocado que las decisiones de inversión se paralicen en muchos casos. Una situación que va en línea con el deterioro de las expectativas empresariales, las cuales se encuentra en su tramo pesimista hace varios meses.
Finalmente, indico el Gerente de Estudios Económicos de la AAP, un elemento adicional para considerar, por el lado de la oferta, es el complicado panorama que atraviesa el comercio internacional, debido a los problemas de capacidad portuaria en todo el mundo, lo que ha llevado a que el costo de los fletes se incremente de manera significativa. Si bien han mostrado un ligero descenso en las últimas semanas, agregó, aún se ubican muy por encima de los niveles observados en la primera parte del año anterior. Del mismo modo, persisten los problemas de abastecimiento de algunos suministros necesarios para la producción de vehículos debido a la creciente demanda de todos los sectores que los requieren. Ambos factores mencionados, de agravarse en los siguientes meses, podrían afectar la oferta de vehículos en el país y por ende el nivel de ventas.
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