De las 3.3 millones de personas que cayeron en pobreza en el 2020, solo 1.3 millones lograron salir de ella en el 2021
Lima, 6 de Mayo del 2022.- El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicó los últimos datos de pobreza. Según informó, la pobreza en el Perú se redujo en el 2021 a 25.9%, luego de haber alcanzado una tasa de 30.1% en el 2020 como resulta del impacto de la COVID-19 sobre la actividad económica y el mercado laboral. Sin embargo, la tasa de pobreza alcanzada en el 2021 se mantiene aún por encima del resultado registrado antes de la pandemia, situándose en niveles similares a los que tenía el Perú en el 2012. En efecto, de las 3.3 millones de personas que cayeron en pobreza en el 2020, solo 1.3 millones lograron salir de ella en el 2021.
Disminución insuficiente
La recuperación de las condiciones de vida ha sido más lenta e incompleta en las zonas urbanas del país. Mientras que en el área rural la pobreza se redujo a niveles incluso inferiores a los del 2019, la pobreza urbana fue de 22% en el 2021, una tasa no solo superior a la registrada antes de la pandemia, sino que representa un retroceso a niveles similares a los alcanzados hace 13 años.
A nivel regional, se observa que 19 de las 25 regiones del Perú mantienen niveles de pobreza por encima del nivel prepandemia. En comparación con el 2019, Lima Metropolitana y Callao, Lima Provincias y Pasco son las regiones donde más se incrementó la pobreza. Por el contrario, las regiones en las que más se redujo la pobreza fueron San Martin y Ayacucho.
Por otro lado, la desagregación de los resultados por niveles socioeconómicos, siguiendo la definición del Banco Mundial, muestra que la proporción de personas pertenecientes a la clase media ascendió a 30.6% en el 2021, con lo que aún se encuentra por debajo de los niveles alcanzados en el 2019 (39%).
Asimismo, el análisis de la dinámica trimestral de la pobreza durante los años 2020 y 2021 revela que la reducción de la pobreza se ha mantenido estancada desde el cuarto trimestre del 2020. Esto ha significado una recuperación incompleta de la clase media, la cual se ha visto afectada principalmente por la mayor precariedad del mercado laboral y menores salarios reales.
Para para volver a la senda de la reducción sostenible de la pobreza se requiere una reconfiguración de las estrategias orientadas hacia los segmentos más vulnerables de población. Estos grupos se concentran, ahora, principalmente en las zonas urbanas del país, donde la calidad del empleo y los niveles de ingreso se han deteriorado en mayor medida. Por ello, es indispensable que las políticas de la actual administración apunten a impulsar la inversión privada, la cual generará una mayor cantidad de puestos de trabajo formales, que brindarán los ingresos necesarios para que la población pueda salir efectivamente de la situación de vulnerabilidad y pobreza en la cual se encuentran actualmente.